Federer no ha decidido aún si jugará la eliminatoria de Copa Davis contra España

L D (EFE) Después de esperar su participación en Madrid tres años, Federer comenta lo complicado del cuadro este año, y que lleva un día menos de preparación pero que espera ir ganando poco a poco. "Tengo que enfrentarme a un jugador que ya ha ganado (viene de la fase previa) y va a ser duro, pero me gusta la superficie y he jugado bien aquí hace 3 ó 4 años. Esta ha sido una buena temporada y las cosas me sonríen", dice.

Tras jugar casi 82 partidos este año (77 victorias y solo cinco derrotas), con nueve títulos en su haber, tres de ellos del Grand Slam, Federer admite que se sentía contento. "Me siento bien teniendo en cuenta que estaba con muletas hace un año. En Japón (su último título) me he encontrado bien, en forma. También antes iba de 'jetlag en jetlag', y hay que tener cuidado con esas cosas. Tuve mala suerte las últimas tres temporadas, esta si es una temporada buena", dice. "Estoy intentando tener cuidado, y en lugar de mejorar físicamente, intento mantenerme en los entrenamientos, ir más despacio. Durante las temporadas largas quiero tener mucho cuidado con lo que hago, porque a veces ha sido fallo mío, o a veces mala suerte por lo que me he lesionado. Aquí quiero estar en forma", comenta.

Federer señala que a pesar de sus 25 años y de sus 42 títulos, aún existe en él deseos de superarse. "Es un entusiasmo distinto, hace años intentaba hacerme un hueco en el circuito, ahora es diferente. He llegado lejos, pero con todo lo que estoy jugando me enfrento a jugadores que también ganan semana tras semana. Si puedo ganar es una motivación", señala. "Creo que estar obsesionado por ser el mejor no es la palabra, cada torneo es importante, no sólo los Grand Slam, los Masters Series, cada torneo y partido es importante, es un reto en sí, intento ir año por año, y es así como quiero que me recuerden. Creo que voy por buen camino, aun me faltan un par de años, ser el mejor no pasa de la noche a la mañana, las cosas van poco a poco, no estoy obsesionado", dice.

"Mi forma de jugar es una forma de ahorrar energía, no he jugado tantísimos torneos este año y puede ser un problema. Sabiendo que la temporada es larga aprendes a cuidarte mucho mejor. El año pasado ya estaba agotado, lo único que quería era ir a la playa, ahora está todo más pensado y meditado", señalaba sobre su preparación y su calendario.

Federer también mostraba su opinión sobre la dureza del tenis, al hilo de lo que Larry Scott, director ejecutivo del circuito femenino, expuso la semana pasada. "Me da pena", comenta. "La carrera de un tenista no es muy larga tanto como pueda ser por ejemplo en golf, donde una persona puede estar jugando durante 20 años. En tenis uno se puede mantener un tiempo, es lo malo en este deporte. Cuando el cuerpo te dice que no, no te puedes esconder. No sé si podríamos cambiar mucho en términos de horarios. En sí es un deporte duro, porque si no te mueves, pierdes".

Sobre su relación con Rafael Nadal, el suizo hace una distinción. "La verdad es que no lo sé", dijo al responder si le consideraba un amigo o un rival. "Nos llevamos bien, hacemos mucho por el tenis. La relación es buena, porque es un rival sano y las finales que hemos jugado ayudan. No nos hemos enfrentado desde Wimbledon, pero cuando lo hacemos es como un rival. Cuando no, es un amigo, va por fases".

Federer recuerda que Nadal le pidió en el pasado Abierto de Estados Unidos jugar dobles juntos y señala que los torneos por parejas no son su objetivo. "Para mí jugar dobles es duro, si lo intento lo hago con un amigo de Suiza. Andy Roddick también me preguntó. Me gusta jugar con el mejor, es verdad, pero ahora estoy en una etapa distinta, quiero ser el número uno del mundo, ganar los torneos principales. Rafa es un tío muy majo y lucha, va por todas en la pista, creo que es un jugador joven, dinámico y eso es fantástico y me alegro de que esté de vuelta y sin lesiones".