L D (EFE) El número uno del mundo solventó en una hora de partido el choque contra Nieminen, un tenista que en los siete duelos previos nunca había inquietado al helvético.
Federer no cedió nunca su saque durante el partido. Es más, el finlandés sólo dispuso de una ocasión para quebrarlo y no la aprovechó.
El suizo ha roto definitivamente con la maldición que años atrás le perseguía en el torneo de su ciudad natal. Hasta el año pasado había disputado dos finales previamente y nunca ganado. En el 2006 se impuso al chileno Fernando González. Tras superar a Nieminen se consolida como dominador también en este torneo.
Federer no cedió nunca su saque durante el partido. Es más, el finlandés sólo dispuso de una ocasión para quebrarlo y no la aprovechó.
El suizo ha roto definitivamente con la maldición que años atrás le perseguía en el torneo de su ciudad natal. Hasta el año pasado había disputado dos finales previamente y nunca ganado. En el 2006 se impuso al chileno Fernando González. Tras superar a Nieminen se consolida como dominador también en este torneo.