L D (EFE) Era el undécimo enfrentamiento entre Nadal y Federer y su reencuentro desde Montecarlo, donde el español sumó un nuevo triunfo ante el helvético por un doble 6-4. El balance de enfrentamientos entre sí continúa favoreciendo al manacorense por 7-4. Tras vencer en Indian Wells, Montecarlo, Barcelona y Roma, el español aspiraba a conquistar su quinto título de la temporada antes de afrontar Roland Garros y a infligir otro golpe moral a Federer, al que había derrotado en los cinco enfrentamientos previos en tierra batida. Pero Federer, que había sufrido en semifinales para eliminar a otro balear, Carlos Moyá, también afrontaba con mucha motivación el torneo de Hamburgo como prueba de fuego para calibrar sus posibilidades en el inminente Roland Garros.
El partido, sin embargo, comenzó con superioridad de Nadal, que en 39 minutos sentenció el primer set. Dos roturas de servicio, una eficacia del 74 por ciento con su primer saque y un juego con pocos altibajos fueron las armas del jugador español que dominó desde el inicio. Salvo en el primer juego, que se prolongó durante siete minutos, Roger Federer mostró mucho más errores de lo que es habitual en el actual número uno del mundo. Dos 'aces' cimentaron el triunfo parcial e ínfimo del helvético en el juego inaugural. A partir de ahí fue Nadal quien llevó siempre la iniciativa. Federer únicamente pudo 'maquillar' en parte su actuación al anotarse el séptimo juego, insuficiente para frenar a un adversario implacable (6-2).
Desde el inicio de la segunda manga comenzó a vislumbrarse una mayor agresividad y mayor consistencia en el tenis de Federer, que llevaba acumulados 13 errores no forzados. La tercera rotura de saque en el primer juego pareció reportar al suizo una mayor tranquilidad. Comenzó a subir a la red con más asiduidad y la precisión de sus golpes fue en aumento. Federer cobró una renta de 4 juegos a 1 ante un Nadal que tenía muchos problemas a la hora de restar. El manacorense, no sin pasar muchos apuros, consiguió reducir distancias (4-2) pero su adversario le respondió en el séptimo juego dejándole a cero y despejando así el camino hacia el empate (5-2). Nadal, no obstante, le obligó a luchar hasta la extenuación. Federer necesitó tres bolas para sentenciar el set (6-2).
El suizo, con la moral reforzada, comenzó la tercera manga más agresivo y, tras ganar su servicio con cierta dificultad, rompió a continuación el de Nadal con relativa facilidad para cobrar ventaja de 3-0. El suizo aprovechaba cualquier bola a media pista para colocar sus golpes ganadores, ya fuera con la derecha o de revés. Federer se adueñó de la pista y puso el marcador en un 5-0 que amenazaba con humillar a su 'bestia negra'. Nadal luchó denodadamente en el sexto juego pero no pudo evitar el 'rosco' (6-0) que pone por las nubes la moral de su principal enemigo en las pistas, pero gran amigo fuera de ellas, de cara a Roland Garros.
El partido, sin embargo, comenzó con superioridad de Nadal, que en 39 minutos sentenció el primer set. Dos roturas de servicio, una eficacia del 74 por ciento con su primer saque y un juego con pocos altibajos fueron las armas del jugador español que dominó desde el inicio. Salvo en el primer juego, que se prolongó durante siete minutos, Roger Federer mostró mucho más errores de lo que es habitual en el actual número uno del mundo. Dos 'aces' cimentaron el triunfo parcial e ínfimo del helvético en el juego inaugural. A partir de ahí fue Nadal quien llevó siempre la iniciativa. Federer únicamente pudo 'maquillar' en parte su actuación al anotarse el séptimo juego, insuficiente para frenar a un adversario implacable (6-2).
Desde el inicio de la segunda manga comenzó a vislumbrarse una mayor agresividad y mayor consistencia en el tenis de Federer, que llevaba acumulados 13 errores no forzados. La tercera rotura de saque en el primer juego pareció reportar al suizo una mayor tranquilidad. Comenzó a subir a la red con más asiduidad y la precisión de sus golpes fue en aumento. Federer cobró una renta de 4 juegos a 1 ante un Nadal que tenía muchos problemas a la hora de restar. El manacorense, no sin pasar muchos apuros, consiguió reducir distancias (4-2) pero su adversario le respondió en el séptimo juego dejándole a cero y despejando así el camino hacia el empate (5-2). Nadal, no obstante, le obligó a luchar hasta la extenuación. Federer necesitó tres bolas para sentenciar el set (6-2).
El suizo, con la moral reforzada, comenzó la tercera manga más agresivo y, tras ganar su servicio con cierta dificultad, rompió a continuación el de Nadal con relativa facilidad para cobrar ventaja de 3-0. El suizo aprovechaba cualquier bola a media pista para colocar sus golpes ganadores, ya fuera con la derecha o de revés. Federer se adueñó de la pista y puso el marcador en un 5-0 que amenazaba con humillar a su 'bestia negra'. Nadal luchó denodadamente en el sexto juego pero no pudo evitar el 'rosco' (6-0) que pone por las nubes la moral de su principal enemigo en las pistas, pero gran amigo fuera de ellas, de cara a Roland Garros.