L D (EFE) Bajo su mandato en la RFEF, España organizó el Mundial de 1982, en el que la selección dirigida por José Emilio Santamaría no rindió al nivel esperado. Después del Mundial, Porta apostó por Miguel Muñoz como seleccionador. Después de abandonar la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Pablo Porta fue nombrado miembro vitalicio de la FIFA.
Simpatizante y ex directivo del Espanyol, Porta llegó a la presidencia de la Federación Española después de encabezar durante 11 años (1964-1975) la Federación Catalana, aunque sus primeros contactos con el deporte llegaron a través el boxeo, deporte en el que despuntó y consiguió el campeonato universitario de los pesos medios en 1943. Aficionado al deporte del ring, llegó a presidir la Federación Catalana de Boxeo antes de introducirse en el mundo del fútbol.
Porta, licenciado en Derecho y abogado de formación, fue presidente de la RFEF durante nueve años, después de acceder al órgano federativo de la mano de su antecesor, José Luis Pérez Payà. Al abandonar el cargo, en 1984, entró a formar parte de la comisión disciplinaria de la FIFA. Porta fue nombrado presidente de dicha comisión en 1990.
El funeral de Pablo Porta se celebrará el próximo jueves, 29 de enero, a las 12.30 horas en el tanatorio de Sant Gervasi.