L D (EFE) En el apartado de coches, el japonés Hiroshi Masuoka no tuvo problemas para conservar la primera plaza y volvió a demostrar que se encuentra en forma y su "bólido" está perfectamente preparado para afrontar la parte final de la carrera, la más dura.
Fue una etapa asfixiante, por los muchos kilómetros, la dificultades para encontrar la ruta adecuada y también por el polvo, pues el viento levantó la arena en muchos de los kilómetros especiales, un total de 345, aunque, entre neutralizaciones y enlaces la jornada llego a los mil kilómetros. La etapa sirvió para ordenar las diferentes clasificaciones, a pesar del desfallecimiento de alguno de los protagonistas como fue el caso de Nani Roma y Esteve, vencedores en las jornadas anteriores y que se habían adueñado de la general, y que siguen entre los primeros.
No fue el mejor día de los españoles en el primer envite serio del desierto, pero sacaron a relucir su casta y, aunque perdieron más tiempo del esperado, siguen bien situados en la general, a la estela de Sainct y el italiano Fabrizio Meoni, a pesar de que no tuvo un buen día y cedió más de una hora en la jornada. El italiano, vencedor en dos ocasiones de la carrera, fue el que marcó el ritmo durante la totalidad de la jornada, pero en el tramo final sufrió un pinchazo que le hizo entrar con los rezagados del día. Algo similar le sucedió al flamante líder en la salida de la etapa, Esteve, pues sufrió una caída que condicionó su actuación a lo largo de la terrible y maratoniana jornada por los desiertos de Marruecos y Mauritania.
McRae escala posiciones
En el apartado de coches las cosas fueron más fáciles. Los primeros de la general, Masuoka y el francés Stephane Peterhansel, no tuvieron percances en el duro trazado de dunas y caminos difícil de localizar en el libro de ruta de la carrera. El piloto nipón fue el más astuto y repetía victoria por delante de su compañero de escudería Peterhansel, ganador de motos el pasado año, pero lo que es más importante es que arañó un buen puñado de minutos al veterano y experimentado escocés Colin McRae que se encuentra, tras lo sucedido en la jornada, a 41 minutos del sorprendente Masouka.
La octava etapa seguirá por el desierto mauritano, entre Atar y Tidjika, de 355 kilómetros, de ellos 34 especiales y es una novedad en la historia del Dakar, en la cual, por el desconocimiento de los caminos hará que la clave para el éxito sea una buena "navegación" y una conducción muy técnica para evitar averías y despistes.