(Libertad Digital) La octava jornada de Liga llega caliente, como casi siempre que hay partidos de selecciones antes. Así, el Real Madrid no podrá contar con Robben y Heinze, que volvieron lesionados de sus compromisos con Holanda y Argentina. Tampoco estarán Robinho y Baptista, que volvieron muy tarde de la concentración de Brasil tras darse un homenaje futbolístico ante Ecuador y otro nocturno en una discoteca de Río de Janeiro. Así pues, Schuster llega al partido ante el Espanyol sin extremos y con la defensa en cuadro. Los catalanes son siempre un rival peligroso y más si se tiene en cuenta el estado de forma de Riera y Tamudo, goleadores esta semana con España, y la vuelta de De la Peña a una convocatoria tras cuatro meses de ausencia.
Si en el Real Madrid las cosas están difíciles por el virus FIFA, en Barcelona tampoco andan como para tirar cohetes. Ronaldinho se quedó en la Ciudad Condal por el mismo motivo que los brasileños de la capital –aunque la excusa es que lo quieren reservar para jugar en Champions esta semana- y no estará ante el Villarreal, un equipo que, sin avisar, ha presentado sus credenciales a luchar por todo este año. Este sábado también juegan los otros dos equipos inmersos en la Liga de Campeones. El Sevilla quiere espantar de una vez por todas os fantasmas con un contundente triunfo ante el Levante en Valencia, mientras que los de Quique Sánchez Flores viajan a La Coruña con el objetivo de volver a la senda de la victoria.
Sin duda alguna, el Atlético de Madrid-Zaragoza que cierra la jornada será el plato más atractivo de los partidos que se disputan el domingo. Son dos equipos que aspiran a puestos de Liga de Campeones y que este año no pueden dejar escapar por ningún motivo el tren europeo. Del resto de partidos, hay que destacar los equilibrios de Laudrup en el banquillo del Getafe. Es, junto con el Levante, el único equipo que no conoce la victoria, algo que tratarán de remediar ante el Murcia.