L D (Pedro Martínez) Con autoridad aplastante, España no dejó a Grecia llevar la iniciativa del partido en ningún momento y enseñó la mejor defensa del campeonato -párense a mirar los parciales de Grecia en los cuatro periodos: 12, 11, 11, 13-. Dejar en 47 puntos a un equipo como el griego en la final del Mundobasket no está al alcance de cualquiera.
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Nadie se acordó de Pau Gasol, que siguió primero con nervios el inicio, para después respirar más tranquilo en el descanso y acabar saltando con el resto del banquillo tras el bocinazo final. Estaba claro que Grecia aprovecharía su baja para canalizar su ataque hacia el interior de la zona. Primer balón, a sus pívots, y robo de la defensa española. Jiménez, Garbajosa y Reyes -con Marc Gasol como recambio- se lo sabían y se fajaron como auténticos perros de presa bajo el tablero, tanto capturando rebotes como evitando tiros fáciles para los hombres altos de Grecia.
Sólo lo primeros minutos trajeron algo de igualdad. Pepu Hernández supo mover el banquillo. Daba descanso a Jiménez y sacaba a Gasol. Marc, no Pau. Esta vez dio igual aceita que margarina. El joven hermano del pívot de los Grizzlies se creció y se comió al gigantón Schorsianitis, a Papadopoulos y a quien quiso. La tensión en el partido se podía cortar con cuchillo hasta que apareció Navarro.
Dos triples consecutivos suyos a dos minutos para el final del primer cuarto comenzaron a abrir una brecha que, lejos de cerrarse, se agrandó hasta lo inimaginable. Los hombres del arquitecto Panagiotis Giannakis buscaban respuesta, pero se quedaron espesos como un yogur hasta el punto de agotar varias posesiones y verse forzados a finalizar otras con tiros imposibles.
España se fue al final del primer cuarto con seis puntos de ventaja (12-18). No había hecho nada más que comenzar la gran gesta. Grecia tardó cuatro minutos en despertar y anotar su primer punto tras la parada. Entre tanto, Marc Gasol seguía merendándose al buen gigante griego, mientras Garbajosa y Navarro -inmensos durante todo el partido- castigaban desde el 6,25.
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La caja de Pandora había sido abierta y una canasta de dos puntos de Jiménez a tres minutos para el descanso puso el partido en 17 de ventaja. Demasiados. Grecia estaba fuera de la pista. Cualquier canasta era respondida por los españoles, que además doblaban la apuesta. Fotsis quiso cerrar la primera mitad con un triple, pero Berni le respondió con otro casi sobre la bocina. Sin darse cuenta, la diferencia era de 20 puntos. A Grecia no le entraba nada y en sus manos no caían rebotes.
Lo que quedaba de partido fue más de lo mismo. España mantuvo la asfixiante intensidad defensiva y la moral griega se fue del Saitama Super Arena, a pesar de que en los dos primeros minutos del tercer cuarto se notó cierto nerviosismo en los de Pepu. Un par de balones perdidos y la aparición -fugaz, muy fugaz- de Diamantidis y Kakiouzis, inquietaron lo mínimo para recordar a los españoles que estaban en la final del Mundobasket. Una canasta de Marc Gasol a los tres minutos y la reaparición de Jiménez en tareas defensivas ponían de nuevo las cosas en su sitio. El mejor Navarro del campeonato estaba en su salsa. Era su día.
El último cuarto fue un trámite. España no quiso hacer leña del árbol caído. Dejó que Grecia peleara pero nunca humilló más que con su juego. Garbajosa y Navarro se picaron a meter triples y el rival no pasó de los 40 puntos hasta bien entrado el último cuarto, algo increíble para un equipo que días antes le hacía 100 a Estados Unidos. En el recuerdo, los números resultarán anecdóticos (47-70). La imagen que nos queda de la selección española es indeleble.
Fuerza, clase, sacrificio, concentración, y sobre todo, espíritu de equipo. Una piña de oro cayó del árbol que cuidan Pepu Hernández y su grupo de ayudantes. La buena impresión dejada durante la fase de preparación tuvo su continuación en el excelente comienzo de competición para ser refrendada con este triunfo, uno de los más claros de todo el campeonato. Y en la final. Ahora, a por el cetro continental en Madrid 2007 y a por los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. ¡Enhorabuena, campeones!
Ficha técnica del partido
47 - Grecia (12+11+11+13): Diamantidis (4), Hatzivretas (-), Kakiuzis (17), Fotsis (7), Papadopoulos (2) -cinco inicial-, Spanoulis (4), Tsartsaris (-), Schortsianitis (2), Papaloukas (10), Dikudis (1) y Vasilopulos (-)
70 - España (18+25+11+16): Calderón (7), Navarro (20), Jiménez (4), Reyes (10), Garbajosa (20) -cinco inicial-, Marc Gasol (2), Berni Rodríguez (6), Mumbrú (-), Cabezas (1), Fernández (-) y Sergio Rodríguez (-)
Árbitros: Jungebrand (FIN), Moore (USA) y Estévez (ARG). Excluyeron por personales a Diamantidis (m.37)
Incidencias: encuentro correspondiente a la final del Mundial 2006 disputado en el Saitama Super Arena ante unos 18.500 espectadores. El Principe Hitachi y su esposa, la Princesa Hanako, presenciaron el encuentro desde el palco, al que también asistieron la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera; el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetszky; el director general de Deportes, Rafael Blanco; el secretario general de la Federación Internacional de Baloncesto, el suizo Patrick Baumann; el presidente de la Federación Española, José Luis Saez; el de la Federación Griega y, también, de FIBA Europa, Giorgos Vassilakopulos, así como los secretarios generales eméritos de la FEB y de la Federación Internacional, Ernesto Segura de Luna y el serbio Borislav Stankovic, respectivamente.