(Libertad Digital) David Cal ha sumado su segunda medalla en la jornada de clausura de la competición de piragüismo, que ha contado con la presencia de la Reina Doña Sofía, a la que han acompañado la Infanta Cristina y su esposo, Iñaki Urdangarín, así como el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
El joven palista gallego sólo ha sido superado por el alemán Andreas Dittmer, campeón olímpico en Atlanta y Sydney, y que un día antes había sido destronado por el propio Cal. Ha sido una carrera en la que el español parecía acusar más el cansancio y donde las condiciones de viento eran poco favorables: soplaba lateralmente dificultando a David Cal, en un grado mayor que al resto, ya que era el único zurdo de los que tomaban parte en la final.
Además del segundo puesto de David Cal, el concurso de los españoles ha ofrecido dos diplomas olímpicos tras los quintos puestos conseguidos por el K-2 de Fran Llera y Damián Vindel, y el de Beatriz Manchón y Teresa Portela.
El joven palista gallego sólo ha sido superado por el alemán Andreas Dittmer, campeón olímpico en Atlanta y Sydney, y que un día antes había sido destronado por el propio Cal. Ha sido una carrera en la que el español parecía acusar más el cansancio y donde las condiciones de viento eran poco favorables: soplaba lateralmente dificultando a David Cal, en un grado mayor que al resto, ya que era el único zurdo de los que tomaban parte en la final.
Además del segundo puesto de David Cal, el concurso de los españoles ha ofrecido dos diplomas olímpicos tras los quintos puestos conseguidos por el K-2 de Fran Llera y Damián Vindel, y el de Beatriz Manchón y Teresa Portela.
Hermida supo sobreponerse a una caída
Tras la alegría del palista gallego llegaba la protagonizada por el gerundense José Antonio Hermida, segundo en mountain-bike por detrás de un Julien Absalon que ha mantenido el título para Francia. La prueba se ha disputado en el circuito del Monte Parnitha, de unos 6.000 metros en cada vuelta, de los que 2.240 son en zona de praderas, 1.160 en pistas anchas, y 2.600 en pistas estrechas, con un desnivel medio de 268 metros. El madrileño Iván Álvarez ha sido decimosexto.
Tras la alegría del palista gallego llegaba la protagonizada por el gerundense José Antonio Hermida, segundo en mountain-bike por detrás de un Julien Absalon que ha mantenido el título para Francia. La prueba se ha disputado en el circuito del Monte Parnitha, de unos 6.000 metros en cada vuelta, de los que 2.240 son en zona de praderas, 1.160 en pistas anchas, y 2.600 en pistas estrechas, con un desnivel medio de 268 metros. El madrileño Iván Álvarez ha sido decimosexto.
Hermida, que el martes cumplió 26 años y que venía de haber ganado con autoridad el Campeonato de Europa en julio, afrontó la carrera relajado. Tras la tercera de las siete vueltas de las que constaba el circuito, el francés Miguel Martínez atacó de forma infructuosa. Acto seguido, Hermida lanzó un demarraje al que sólo pudo responder Absalon. Una después, éste pasó por línea de meta con tres segundos sobre Brentjens y Hermida, que en la quinta sufrió una caída que le recordó el contratiempo de Sydney hace cuatro años. La caída se quedó sólo en una herida y en un susto, y, por fortuna también se convirtió en una inyección de adrenalina.
El corredor gerundense da así la décima medalla olímpica al ciclismo español, la quinta en estos Juegos, después de las cuatro que se ganaron en la pista: las dos platas de Joan Llaneras en puntuación y de José Antonio Escuredo en keirin; el bronce en persecución individual de Sergi Escobar y la medalla de ese mismo metal que de nuevo Escobar capturó junto a Asier Maeztu, Carlos Castaño y Carles Torrent en la persecución por equipos.
Marta Mendía y Natalia Rodríguez, décimas
La rusa Yelena Slesarenko se ha proclamado campeona olímpica de salto de altura, elevando el listón a 2,06 metros -nuevo récord en unos Juegos-, por delante de la sudafricana Hestrie Cloete y la ucraniana Viktoriya Styopina, quienes dirimieron el color de las preseas por los intentos precedentes. Marta Mandía concluyó en la décima posición. Mendía saltó al primer intento sobre 1,85 y 1,89, pero necesitó cubrir la nómina para superar 1,93. El siguiente listón, en 1,96, ya no lo pudo superar y cerró su participación en la final olímpica.
La veterana británica Kelly Holmes, de 34 años, se convirtió en la reina de Atenas después de consumar un doblete histórico, tras su oro en 800, con su brillante victoria en el 1.500. Natalia Rodríguez realizó una buena carrera, aunque la exigencia del ritmo sólo le permitió ser décima, sin que pudiera acercarse al récord de España.
Quejas del equipo de gimnasia rítmica
España (45,350 puntos) ha quedado séptima en la final por equipos de gimnasia rítmica, mientras que Rusia (51,100) ha revalidado la medalla de oro que ganó hace cuatro años con una amplia ventaja sobre el segundo clasificado, Italia (49,450). Esta es la tercera vez que se disputa en los Juegos la prueba de conjuntos y Rusia es el único país que ha estado en el podio en las tres ocasiones. Fue bronce hace ocho años y oro hace cuatro.
España ha tenido que empezar este ciclo olímpico de cero, en cuanto a valoración de los jueces, tras la mala fortuna de Sydney. Con un 22,400 en cintas y un 22,950 en aros y pelotas -pese a una caída-, las españolas rompieron el maleficio del último puesto. Se quejaron, eso sí, de las puntuaciones recibidas. Particularmente, en el valor técnico sus dos ejercicios, que fueron los peor puntuados entre los 16 que se han presentado en el gimnasio Galatsi de Atenas. Marta Linares, una de las componentes del conjunto, ha destacado la coincidencia de que los tres países que no tenían representante en el panel de jueces, España, Ucrania y Bielorrusia, quedasen por debajo de lo esperado.
España (45,350 puntos) ha quedado séptima en la final por equipos de gimnasia rítmica, mientras que Rusia (51,100) ha revalidado la medalla de oro que ganó hace cuatro años con una amplia ventaja sobre el segundo clasificado, Italia (49,450). Esta es la tercera vez que se disputa en los Juegos la prueba de conjuntos y Rusia es el único país que ha estado en el podio en las tres ocasiones. Fue bronce hace ocho años y oro hace cuatro.
España ha tenido que empezar este ciclo olímpico de cero, en cuanto a valoración de los jueces, tras la mala fortuna de Sydney. Con un 22,400 en cintas y un 22,950 en aros y pelotas -pese a una caída-, las españolas rompieron el maleficio del último puesto. Se quejaron, eso sí, de las puntuaciones recibidas. Particularmente, en el valor técnico sus dos ejercicios, que fueron los peor puntuados entre los 16 que se han presentado en el gimnasio Galatsi de Atenas. Marta Linares, una de las componentes del conjunto, ha destacado la coincidencia de que los tres países que no tenían representante en el panel de jueces, España, Ucrania y Bielorrusia, quedasen por debajo de lo esperado.
Gasol expulsa los demonios ante China
Pau Gasol ha demostrado una vez más que es un jugador de otra dimensión, capaz de congregar a más de ocho mil espectadores en un partido que se juega a las nueve de la mañana de un sábado y que no vale para nada, pero que él convierte en un referente para la selección española con 37 puntos, su récord de anotación en el equipo nacional. A pesar del desencanto de jugar por la séptima plaza contra China con un solo encuentro perdido en todo el campeonato; a pesar de que Argentina, la maravillosa finalista de estos Juegos, fue uno de los rivales superados en la primera fase; a pesar de los pesares, España dio la talla de principio a fin.
En cualquier caso, los chinos tampoco tuvieron su día en el perímetro. Pero daba igual. Cuando Roberto Dueñas sustituyó a Gasol, a falta de algo más de tres minutos para el final, el OAKA Indoor Hall, los más de ocho mil aficionados que poblaban sus gradas, tributaron una ovación impresionante al ala-pívot de los Grizzlies de Memphis.
Agria victoria ante Corea en la despedida
En cualquier caso, los chinos tampoco tuvieron su día en el perímetro. Pero daba igual. Cuando Roberto Dueñas sustituyó a Gasol, a falta de algo más de tres minutos para el final, el OAKA Indoor Hall, los más de ocho mil aficionados que poblaban sus gradas, tributaron una ovación impresionante al ala-pívot de los Grizzlies de Memphis.
Agria victoria ante Corea en la despedida
En balonmano, la selección masculina de César Argilés ha acabado los Juegos con una séptima posición que deja un mal sabor de boca, aunque en su despedida España jugó sin tensión e hizo un partido alegre y suelto ante Corea (24-31), un rival al que en la primera ronda del torneo sólo fue capaz de ganar por un gol.
El mazazo que supuso la eliminación en cuartos ante Alemania tuvo consecuencias en el siguiente encuentro contra Francia, con una nueva derrota que llevó a los españoles a jugar por la séptima posición, que consiguieron gracias al buen trabajo defensivo y ofensivo realizado por todo el equipo ante los coreanos. Pese a la satisfacción del último partido del torneo, las dos medallas de bronce obtenidas en Atlanta y Sydney que no se han podido revalidar en Atenas, van a ser difíciles de olvidar. Las chicas, por su parte, todavía tienen que competir este domingo tras haber vencido a China por 31-24. Se medirán a Hungría para conseguir la quinta plaza.
Diploma en la clase Star de vela
Además, Fernando Echavarri y Antón Paz se han hecho con el segundo diploma olímpico del equipo de vela español. Han finalizado la prueba en el puesto duodécimo, por lo que han cedido la séptima plaza de la general a los puertorriqueños Enrique Figueroa y Jorge Hernández, que han logrado un gran quinto puesto.
En la clase Star, los españoles Roberto Bermúdez y Pablo Arrarte se han despedido de Atenas 2004 con un quinto puesto, un buen resultado que, sin embargo, no les ha servido para subir puestos en la general, donde han acabado décimos sin lograr su objetivo en esta cita olímpica, alcanzar los diplomas.
Además, Fernando Echavarri y Antón Paz se han hecho con el segundo diploma olímpico del equipo de vela español. Han finalizado la prueba en el puesto duodécimo, por lo que han cedido la séptima plaza de la general a los puertorriqueños Enrique Figueroa y Jorge Hernández, que han logrado un gran quinto puesto.
En la clase Star, los españoles Roberto Bermúdez y Pablo Arrarte se han despedido de Atenas 2004 con un quinto puesto, un buen resultado que, sin embargo, no les ha servido para subir puestos en la general, donde han acabado décimos sin lograr su objetivo en esta cita olímpica, alcanzar los diplomas.