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España sucumbe también ante la República Checa y acaba en un discreto octavo puesto el Mundial (57-49)

La selección femenina de España ha vuelto a ser una caricatura del impetuoso equipo que comenzó el XV Mundial de baloncesto y en otra pálida presentación facilitó a República Checa su acomodación final en el séptimo puesto. España se quedó con la octava plaza al caer por 57-49 en un encuentro rácano en emociones y estéril frente a los aros. Por el ímpetu mostrado, el equipo de Domingo Díaz parecía tener solo una jugadora: otra vez Amaya Valdemoro.

L D (EFE) La del Samara ruso una vez más se echó el piano al hombro, corrió, marcó y tuvo tiempo para terminar como la encestadora del partido (20 puntos), con dos triples, diez de lanzamientos sencillos y cuatro desde la línea de personal. Valdemoro, que disputa codo a codo con la pívot australiana Lauren Jackson el título de máxima encestadora, recogió además cuatro rebotes -tres de ellos defensivos-, pero su omnipresencia no fue suficiente para hacer verano.

Difícil también cuando del cinco inicial, dos jugadoras se van sin marcar (Elisa Aguilar y Ana Montañana), y dos más contribuyen apenas con dos puntos cada una (Laia Palau y Eva Montesdeoca). Las campeonas de la última Eurocopa se estrellaron ante un conjunto más concentrado y psicológicamente menos afectado por haber quedado lejos del podio. Jana Vaselá, con once puntos y Hana Machová, con 17, se encargaron de neutralizar las escaramuzas de las terceras en el torneo europeo.

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