(Libertad Digital) Comida por las precauciones, la selección española ofreció una mala primera mitad. Fue un equipo triste, que dejó que creciera Lituania, un conjunto limitado que comenzó defendiendo con cierto orden su meta y que, antes del descanso, se había despojado de temores. Plagó Luis Aragonés la selección de seguros defensivos. Quiso tener el balón, con Albelda, Baraja y Xavi en el centro del campo, y envió a Raúl a luchar en solitario en el área contraria, pero, llegado el momento de la verdad, España no supo cómo rentabilizar el control del juego, cuando lo tuvo, y tampoco evitó que el rival crease las mejores ocasiones de gol.
Sin llegada, sólo la irrupción por la izquierda de Luque aportó frescura a un equipo español que no inquietó la meta lituana y apenas disparó en una ocasión, alto, por medio de Baraja. Sin más recursos que la pujanza del joven Cesnauskis por la izquierda, donde ni Víctor ni Míchel Salgado pudieron frenarle, Lituania tuvo un par de grandes oportunidades para ponerse en ventajas. Puyol, bajo palos, desbarató la primera a la media hora de juego, cuando Cesnauskis se plantó en el área, superó a Casillas y sólo la buena colocación del central barcelonista evitó el gol. Trece minutos después, fue Casillas quien supo reaccionar a un disparo a la media vuelta del defensa Stankevicius, que aprovechó un error de Luque al intentar despejar un saque de esquina.
Pese a que el arranque del segundo tiempo ofreció a Luque la oportunidad de disparar, sin acierto, en cuatro ocasiones consecutivas, la selección española no llegó a tener el control y el partido quedó convertido en un juego de azar. Lituania mantuvo la esperanza de marcar, pese a que atacó como defendió, con más voluntad que técnica, y España siguió confiada en imponer, en alguna acción, la gran diferencia de calidad que le separaba del rival. España viró entonces su rumbo. Aragonés fue enviando progresivamente al campo a todo su arsenal. Primero Raúl Tamudo, después José Antonio Reyes y, por último, Fernando Torres.
España, que había comenzado con un único punta que ayudaba al centro del campo (Raúl), terminó con cuatro atacantes y con Albelda junto a la defensa para ayudar a los tres zagueros (Salgado, Puyol y Marchena). Lejos de crear peligro, el conjunto visitante se vio apurado en alguna ocasión y acabó por firmar un triste empate que no evitó un buen golpe franco lanzado por Xavi pero desbaratado por el portero, en el tiempo de descuento, y que, pese a que mantiene a Luis Aragonés invicto, no soluciona los problemas de un equipo que no levanta el vuelo.
Sin llegada, sólo la irrupción por la izquierda de Luque aportó frescura a un equipo español que no inquietó la meta lituana y apenas disparó en una ocasión, alto, por medio de Baraja. Sin más recursos que la pujanza del joven Cesnauskis por la izquierda, donde ni Víctor ni Míchel Salgado pudieron frenarle, Lituania tuvo un par de grandes oportunidades para ponerse en ventajas. Puyol, bajo palos, desbarató la primera a la media hora de juego, cuando Cesnauskis se plantó en el área, superó a Casillas y sólo la buena colocación del central barcelonista evitó el gol. Trece minutos después, fue Casillas quien supo reaccionar a un disparo a la media vuelta del defensa Stankevicius, que aprovechó un error de Luque al intentar despejar un saque de esquina.
Pese a que el arranque del segundo tiempo ofreció a Luque la oportunidad de disparar, sin acierto, en cuatro ocasiones consecutivas, la selección española no llegó a tener el control y el partido quedó convertido en un juego de azar. Lituania mantuvo la esperanza de marcar, pese a que atacó como defendió, con más voluntad que técnica, y España siguió confiada en imponer, en alguna acción, la gran diferencia de calidad que le separaba del rival. España viró entonces su rumbo. Aragonés fue enviando progresivamente al campo a todo su arsenal. Primero Raúl Tamudo, después José Antonio Reyes y, por último, Fernando Torres.
España, que había comenzado con un único punta que ayudaba al centro del campo (Raúl), terminó con cuatro atacantes y con Albelda junto a la defensa para ayudar a los tres zagueros (Salgado, Puyol y Marchena). Lejos de crear peligro, el conjunto visitante se vio apurado en alguna ocasión y acabó por firmar un triste empate que no evitó un buen golpe franco lanzado por Xavi pero desbaratado por el portero, en el tiempo de descuento, y que, pese a que mantiene a Luis Aragonés invicto, no soluciona los problemas de un equipo que no levanta el vuelo.
Ficha técnica del partido
Lituania, 0: Karcemarskas; Stankevicius, Dziaukstas, Skerla, Skarbalius; Gedgaudas (Mikolilinas, m.75), Barasa, Vencevicius, Edgaras Cesnaukis; Jankauskas; y Danilevicius (Radzinevicius, m.81)
España, 0: Casillas; Míchel Salgado, Puyol, Marchena, Capdevila (Torres, m.78); Albelda, Baraja (Reyes, m.65); Víctor (Tamudo, m.53), Xavi, Luque; y Raúl
Árbitro: Eric Poulat (Francia). Amonestó a los lituanos Cesnauskis (m.45) y Barasa (m.64) y a los españoles Míchel Salgado (m.78), Albelda (m.87) y Xavi (m.87)
Incidencias: Partido de la tercera jornada del grupo 7 de la fase de clasificación europea para el Mundial de Alemania 2006, disputado en el Estadio Zalgiris de Vilnius ante unos 4.000 espectadores. España vistió totalmente de azul y Lituania con camiseta amarilla y pantalón verde
España, 0: Casillas; Míchel Salgado, Puyol, Marchena, Capdevila (Torres, m.78); Albelda, Baraja (Reyes, m.65); Víctor (Tamudo, m.53), Xavi, Luque; y Raúl
Árbitro: Eric Poulat (Francia). Amonestó a los lituanos Cesnauskis (m.45) y Barasa (m.64) y a los españoles Míchel Salgado (m.78), Albelda (m.87) y Xavi (m.87)
Incidencias: Partido de la tercera jornada del grupo 7 de la fase de clasificación europea para el Mundial de Alemania 2006, disputado en el Estadio Zalgiris de Vilnius ante unos 4.000 espectadores. España vistió totalmente de azul y Lituania con camiseta amarilla y pantalón verde