L D (EFE) España lo intentó, y corrigió alguno de los errores de hace cuatro días ante Turquía, pero siguió fallando balones importantes y, además, enfrente se encontró a un equipo muy regular en todos los aspectos, que apenas tuvo un bajón físico en el partido y que al final impuso su calidad. El equipo español jugó el primer set a impulsos y mantuvo el partido igualado gracias a buenas rachas a su bloqueo, en el que Carreño, Rodríguez y Moltó, hasta que se lesionó, sabían defender al potente ataque checo.
No obstante España recuperó su mejor juego para igualar el marcador a 23, lo que le dio esperanzas de hacerse con el set, pero tras una serie de empates su rival cobró ventaja en el partido tras casi media hora de juego por 26-28. Ese marcador enrabietó a España, que en el segundo parcial no dio opciones a su rival, con más fuerza en su ataque y concentración defensiva logró una renta de tres puntos (9-6) que no desperdició y que en la recta final de este parcial amplió para ganar con comodidad por 25-18 en poco más de veinte minutos.
Los checos, favoritos del grupo, no estaban dispuestos a dejar escapar el partido fácilmente, ajustaron más su defensa en el cuarto parcial y tomaron una corta diferencia, gracias también a que fue el momento en el que España cometió más errores no forzados, 11 en total a lo largo del set. El cansancio, tras dos horas de partido, y la moral tras el empate a dos jugaron en contra de España al inicio del último set, en el que de nuevo los checos tomaron ventaja, hasta tres puntos (5-8) en siete minutos.
España trabajaba bien los puntos, pero enfrente tenía a un rival muy seguro, liderado por el central del Cannes francés, Jiri Kral, que no daba opciones en la red y que en apenas tres minutos más colocó en el marcador un peligroso 7-13 que ya era demasiado abultado como para remontar. Así, España volverá a medirse a este rival de nuevo mañana en Logroño con el objetivo de lograr un triunfo que, al menos, le permita aspirar a una "carambola" en la clasificación.
No obstante España recuperó su mejor juego para igualar el marcador a 23, lo que le dio esperanzas de hacerse con el set, pero tras una serie de empates su rival cobró ventaja en el partido tras casi media hora de juego por 26-28. Ese marcador enrabietó a España, que en el segundo parcial no dio opciones a su rival, con más fuerza en su ataque y concentración defensiva logró una renta de tres puntos (9-6) que no desperdició y que en la recta final de este parcial amplió para ganar con comodidad por 25-18 en poco más de veinte minutos.
Los checos, favoritos del grupo, no estaban dispuestos a dejar escapar el partido fácilmente, ajustaron más su defensa en el cuarto parcial y tomaron una corta diferencia, gracias también a que fue el momento en el que España cometió más errores no forzados, 11 en total a lo largo del set. El cansancio, tras dos horas de partido, y la moral tras el empate a dos jugaron en contra de España al inicio del último set, en el que de nuevo los checos tomaron ventaja, hasta tres puntos (5-8) en siete minutos.
España trabajaba bien los puntos, pero enfrente tenía a un rival muy seguro, liderado por el central del Cannes francés, Jiri Kral, que no daba opciones en la red y que en apenas tres minutos más colocó en el marcador un peligroso 7-13 que ya era demasiado abultado como para remontar. Así, España volverá a medirse a este rival de nuevo mañana en Logroño con el objetivo de lograr un triunfo que, al menos, le permita aspirar a una "carambola" en la clasificación.