L D(EFE) Los dos equipos entraron de lleno en el ritmo y la dinámica que necesitan para afrontar los Juegos. Cambiaron Madrid por Atenas, dejaron atrás la fase preparatoria y transformaron la última prueba preparatoria en un choque tan serio como los que afrontarán en la capital griega. El equipo albiceleste alertó del final de su rodaje con un siete de siete en triples durante el primer cuarto. En ocho minutos había puesto once puntos de distancia en el marcador casi tirar por delante de los 6,25 metros (12-23).
El acierto de sus lanzadores le valió para anotar veintiuno de sus 31 primeros puntos. Mientras tanto, España trataba de ajustarse en defensa y agilizar los movimientos ofensivos y, aunque salió del primer cuarto por debajo (21-31), tuvo una respuesta demoledora que frenó en seco a los argentinos. La tensión podía tocarse. Los técnicos, Mario Pesquera y Rubén Magnano, lo vivían con pasión. El cuadro suramericano consiguió rehacerse antes del descanso (44-48) y, además, volver a tomar el control en la reanudación. Esa fase supuso la mayor ventaja (50-63). Otra prueba de consistencia para España que el equipo de Pesquera supo manejar para que todo se decidiese en el último cuarto, iniciado con un ligero margen a favor de la nacional blanquiazul (69-72).
Por si aún faltaba algo para que el ensayo fuera perfecto, Jorge Garbajosa empató con un triple en la apertura del cuarto tramo. A él se unió Juan Carlos Navarro. Una de sus características 'bombas' lanzó a España hacia el acelerón final. Los robos de balón de la zona española aclararon los ataques. Los subcampeones de Europa leyeron perfectamente unas posesiones vitales, de las que marcan la diferencia entre la victoria y la derrota, sobre todo en competición oficial.
El acierto de sus lanzadores le valió para anotar veintiuno de sus 31 primeros puntos. Mientras tanto, España trataba de ajustarse en defensa y agilizar los movimientos ofensivos y, aunque salió del primer cuarto por debajo (21-31), tuvo una respuesta demoledora que frenó en seco a los argentinos. La tensión podía tocarse. Los técnicos, Mario Pesquera y Rubén Magnano, lo vivían con pasión. El cuadro suramericano consiguió rehacerse antes del descanso (44-48) y, además, volver a tomar el control en la reanudación. Esa fase supuso la mayor ventaja (50-63). Otra prueba de consistencia para España que el equipo de Pesquera supo manejar para que todo se decidiese en el último cuarto, iniciado con un ligero margen a favor de la nacional blanquiazul (69-72).
Por si aún faltaba algo para que el ensayo fuera perfecto, Jorge Garbajosa empató con un triple en la apertura del cuarto tramo. A él se unió Juan Carlos Navarro. Una de sus características 'bombas' lanzó a España hacia el acelerón final. Los robos de balón de la zona española aclararon los ataques. Los subcampeones de Europa leyeron perfectamente unas posesiones vitales, de las que marcan la diferencia entre la victoria y la derrota, sobre todo en competición oficial.