L D (EFE) A pocas horas del "pistoletazo de salida" de la duodécima edición de la Eurocopa de selecciones, Portugal, que tiene el honor de ser por primera vez el anfitrión de la competición, se encuentra engalanado y blindado para garantizar el espectáculo y la seguridad de un acontecimiento que promete fuertes emociones.
Los portugueses viven ilusionados las horas previas al debut de su selección contra Grecia. La afición cree que el "factor campo" debe de inclinar la balanza a favor de su equipo y sueñan con disputar la final y ganarla. Portugal quiere hacer historia y superar sus dos mejores clasificaciones en la competición. En 1984 y 2000 llegó a semifinales, pero en las dos ocasiones los franceses se cruzaron en su camino para dejarles con la miel en los labios (3-2 en 1984 y 2-1 en 2000). Para ello, el país portugués se ha vestido de fiesta. Multitud de banderas nacionales adornan los balcones de las ciudades y los taxistas recorren las calles de las capitales con símbolos de apoyo a su selección.
La seguridad es la prueba más dura a la que se enfrentan los anfitriones durante la competición. Nunca el país acogió un evento de tanta dimensión y en un momento tan delicado. La amenaza terrorista es latente y supone una gran preocupación para autoridades y comité organizador. Para evitar problemas, se han cerrado las fronteras y movilizado todas las fuerzas policiales, además de solicitado la ayuda de la OTAN. En los partidos de alto riesgo (el primero será el Francia-Inglaterra del domingo) las aficiones serán separadas a su llegada a los aeropuertos. Se espera que 30.000 británicos y franceses aterricen en la capital lusa para la cita.
Además, los policías extranjeros colaborarán con los 20.000 locales. Para cada encuentro serán convocados 4.000 policías y cerca de 1.000 estarán dentro del estadio apoyados por otros 100 miembros de la seguridad privada. Todos los espectadores serán registrados y pasarán tres controles antes de acceder a los recintos y las fuerzas de la OTAN controlarán el cielo con aviones radar Awacs y F-16. Además, el espacio aéreo será cerrado los días de partido.
El espectáculo deportivo está garantizado. Desde el 12 de junio al 4 de julio las mejores estrellas del continente europeo se exhibirán en Portugal en una competición en la que Francia, vigente campeón, parte como favorita para revalidar el título, aunque se encontrará con rivales de entidad como España, Inglaterra, Portugal, Holanda o Alemania. La duodécima edición del torneo comenzará en el estadio del Dragón de Oporto (norte) este sábado con el partido Portugal-Grecia, aperitivo de los 31 encuentros que protagonizarán 16 selecciones, y que tendrá su final en Lisboa el 4 de julio. España, que ganó el título en 1964, debutará también este sábado, contra Rusia en el estadio del Algarve (Faro).