L D (EFE) El rival, un bloque poderoso, lleno de pedigrí en el concierto internacional y habitual aspirante en las grandes citas, no era en ningún caso el acompañante ideal para los deseos del equipo de España, que busca el reencuentro con su juego y la estabilidad después de una etapa convulsa que finalizó con el cambio de seleccionador hace no más de quince días.
La llegada de Óscar Novillo al banquillo español ha dado sosiego al grupo. Pero es imposible hacer milagros en apenas dos semanas de preparación. No tuvo suerte, en este sentido, el preparador del J'Hayber Elche. Sobre todo, porque Serbia está auxiliada por la condición de anfitrión. Y esto le supone un grado más de poderío al potencial deportivo que por sí demuestra.
El esperado fruto está previsto para jornadas venideras. Ante Serbia Montenegro España terminó por asumir la notable superioridad de su rival, que irrumpió en el duelo con una contundente renta de 2-8 que oscureció el panorama del partido. El tiempo muerto pedido por el preparador sosegó a los hispanos, que reencontraron parte de su juego y recortaron la llamativa renta de su rival por medio de la contundencia de Guillermo Falasca.
España jugó a tirones. Encontró por momentos a Rafa Pascual, como apoyo del opuesto hispano argentino. Y también a Ismael Rodríguez. Pero Serbia alargaba con suficiencia su renta y por medio de Ivan Milijkovic encontró la tranquilidad que buscaba en el partido (22-25). Peor le fueron las cosas a España en el segundo parcial. No pudo reanimar su aspecto. Y Serbia prolongó su contundencia hasta cerrar el parcial.
La sorpresa era una quimera y el cuadro de Novillo pretendió reaccionar en el inicio del tercer parcial. Pero el conjunto balcánico volvió a acomodarse en una renta jugosa, que llevó a su rival a bajar los brazos de forma definitiva y a esperar su suerte en el próximo compromiso.
La llegada de Óscar Novillo al banquillo español ha dado sosiego al grupo. Pero es imposible hacer milagros en apenas dos semanas de preparación. No tuvo suerte, en este sentido, el preparador del J'Hayber Elche. Sobre todo, porque Serbia está auxiliada por la condición de anfitrión. Y esto le supone un grado más de poderío al potencial deportivo que por sí demuestra.
El esperado fruto está previsto para jornadas venideras. Ante Serbia Montenegro España terminó por asumir la notable superioridad de su rival, que irrumpió en el duelo con una contundente renta de 2-8 que oscureció el panorama del partido. El tiempo muerto pedido por el preparador sosegó a los hispanos, que reencontraron parte de su juego y recortaron la llamativa renta de su rival por medio de la contundencia de Guillermo Falasca.
España jugó a tirones. Encontró por momentos a Rafa Pascual, como apoyo del opuesto hispano argentino. Y también a Ismael Rodríguez. Pero Serbia alargaba con suficiencia su renta y por medio de Ivan Milijkovic encontró la tranquilidad que buscaba en el partido (22-25). Peor le fueron las cosas a España en el segundo parcial. No pudo reanimar su aspecto. Y Serbia prolongó su contundencia hasta cerrar el parcial.
La sorpresa era una quimera y el cuadro de Novillo pretendió reaccionar en el inicio del tercer parcial. Pero el conjunto balcánico volvió a acomodarse en una renta jugosa, que llevó a su rival a bajar los brazos de forma definitiva y a esperar su suerte en el próximo compromiso.