L D (EFE) España se ejercitaba después de derrotar a Estonia (0-3), en los campos de entrenamiento junto al estadio Le Coq Arena. Fue una sesión de recuperación para titulares y marcada por la presencia del balón para los suplentes.
Las buenas noticias para el seleccionador Vicente del Bosque llegan desde la enfermería. Ninguno de los jugadores 'tocados' antes de enfrentarse a Estonia tendrán problemas para volver a jugar el miércoles en Bélgica, según han confirmado los servicios médicos de la Federación Española de Fútbol (RFEF). El seleccionador cuidó a Sergio Ramos, el que más justo llegaba por sus problemas de abductores. Como estaba previsto, jugó 54 minutos y se retiró del campo cuando España ya ganaba por dos goles de diferencia.
Andrés Iniesta, que recibió un fuerte golpe en su rodilla tocada, disputó 78 minutos. Y Santi Cazorla completó con normalidad todo el encuentro sin resentirse de sus problemas en la tibia. Además, Carles Puyol, el único jugador que estaba apercibido de sanción no recibió ninguna cartulina y podrá jugar en Bélgica. El internacional español que más sufrió la dureza de Estonia fue Fernando Torres. Tiene molestias por alguna patada y algo sobrecargados los isquiosuriales de su pierna derecha, pero tampoco tendrá problema para jugar el cuarto partido de clasificación al Mundial de Sudáfrica.
Durante media hora los titulares del partido del sábado estiraron piernas con una suave carrera continua y los músculos con ejercicios de estiramientos. Mientras, los suplentes tuvieron más carga de trabajo, durante 70 minutos, en los que un partido en reducidas dimensiones y el ensayo de centros y remates marcaron la pauta.
A primera hora de la mañana se marchó a Barcelona Albert Riera para asistir al nacimiento de su hijo. Se reincorporará este lunes, directamente en Bruselas. El resto de los internacionales españoles tienen todo el día libre hasta las 24.00 horas, cuando deben regresar al hotel de concentración.