L D (EFE) Los internacionales españoles, pese a acusar el desgaste físico propio de final de temporada, se ajustaron a las indicaciones técnicas de sentenciar la eliminatoria en Riga para vivir una próxima semana más relajada. Letonia, una selección de menor nivel, se agarró como pudo a sus únicas armas: rapidez en las acciones, dureza en la cobertura y, en ataque, aprovechar los altibajos de España.
Los letones arrancaron con un ritmo trepidante, que progresivamente fue frenado por España para llegar al descanso con siete tantos de ventaja (19-12). La segunda parte tan sólo fue un reflejo del dominio español. España abre las puertas de un nuevo Mundial, en el que quizá se produzca el verdadero relevo generacional. Tan sólo resta ofrecer un partido de vuelta digno en Logroño, el próximo sábado.
Los letones arrancaron con un ritmo trepidante, que progresivamente fue frenado por España para llegar al descanso con siete tantos de ventaja (19-12). La segunda parte tan sólo fue un reflejo del dominio español. España abre las puertas de un nuevo Mundial, en el que quizá se produzca el verdadero relevo generacional. Tan sólo resta ofrecer un partido de vuelta digno en Logroño, el próximo sábado.