L D (EFE) Los argentinos aprovecharon los altibajos en el juego de los españoles, que no estaban recuperados del varapalo del día anterior ante Francia (100-83), y haciendo lo justo se aprovecharon de los fallos de su rival. El primer cuarto fue muy equilibrado al principio. Aunque parecía que cualquiera de los dos equipos iba a tomar una ventaja seria, los parciales por uno y otro bando no permitían la escapada, pero minutos después los sudamericanos se adueñaron de la cancha y lograban un parcial de 12-2.
La 'albiceleste' caminaba con firmeza liderada por Vega, mientras que España estaba muy cargada de faltas, pues Forcada y Colom habían cometido dos y su casillero de puntos estaba en blanco. A pesar de esas dificultades, los españoles no arrojaron la toalla y prueba de ello es que lograron un parcial de 3-11 para igualar el tanteador a quince en el minuto 8, pero en la parte final los argentinos aceleraron el ritmo y se fueron con un marcador de 22-17. El segundo cuarto tuvo un inicio muy esperanzador para España con un triple de Marc Rubio a tan sólo dos puntos de desventaja. Pero Argentina seguía firmes en defensa y los cambios introducidos por el técnico Mateo Rubio en la selección española no terminaban de dar los frutos apetecidos debido al carrusel de triples del rival.
La segunda mitad del partido arrancó mejor de lo esperado. Tras un parcial de 4-0 para la 'albiceleste', España tuvo que ponerse las pilas y empezar una remontada épica. Liderados por Rubio y Colom con cinco puntos cada uno, lograron estrechar un poco el marcador gracias a un parcial de 2-13 que dejaba a los de Mateo Rubio a diez puntos (49-39, m.24). Pero Argentina logró cortar la racha en menos de un minuto con dos canastas de Aguerre y un triple de Piñero, que obligaron al técnico español a pedir un tiempo muerto. Parecía que las cuatro faltas de Forcada eran un lastre difícil de soportar, como también lo eran la escasa aportación ofensiva Javi Vega y Víctor Claver. Ampliando su ventaja, los argentinos concluyeron el tercer cuarto con un contundente 64-47.
Los últimos diez minutos fueron un quiero y no puedo. España arrancó con las ideas claras. Dos triples y un parcial de 2-9 los ponía nuevamente a diez puntos, lo que era ya una desventaja abordable. Fue el inicio de una remontada que a punto estuvo de ser culminada con éxito. Claver empezó a ser el líder natural de la selección española -9 puntos en el último período- y Colom fue un colosal director de juego que, además, anotaba sin parar. España estaba en racha en el tramo final del partido endosando a su rival un parcial de 7-0 dejando el encuentro casi igualado a falta de un minuto, pero no pudo rematar su remontada y terminó perdiendo por un ajustado 78-75.