(Libertad Digital) Sudor, lágrimas y, casi, sangre, le ha costado a España derrotar a Croacia en los cuartos de final del Europeo que se está celebrando en Serbia y Montenegro. Tras un comienzo malo del equipo español, el camino hacia la victoria se fue abriendo tras el descanso y se decantó finalmente en una prórroga que lo tuvo todo.
El inicio del partido hacía presagiar que España lo pasaría mal para hacerse con la victoria final. Una fuerte defensa del equipo croata hacía perder los papeles en ataque a los hombres de Mario Pesquera, que no conseguían tirar cómodamente. El rebote también tenía color croata y el seleccionador nacional tuvo que pedir tiempo muerto en el minuto 5 con 3-11 en el marcador. Nada cambió, aunque la entrada de Vázquez en pista alivió las carencias del equipo bajo el tablero.
El segundo cuarto comenzó igual que terminó el primero. España quería pero no podía. El único que aguantaba el tipo era Fran Vázquez, que peleó de lo lindo bajo los aros, aunque España no se terminaba de acercar en el marcador (13-24, m.3). Los nervios y la presión podían con la dirección española. Popovich, con un triple sobre la bocina, dejaba la diferencia al descanso en ocho puntos (25-33).
Todo iba a cambiar tras el paso por vestuarios gracias a la superioridad de Fran Vázquez en la zona, el mejor del partido, y al despertar de Navarro, discreto en los dos primeros periodos. Con España recuperada, sólo faltaba ponerse por delante en el marcador, cosa que llegó a cuatro minutos del final (42-40). La defensa, con Carlos Jiménez en sus mejores minutos del campeonato, y Vázquez intratable abajo, llevaron a España a irse a los últimos diez minutos con dos puntos de ventaja, que pudieron ser cinco de no ser por otro triple 'imposible'. Fuera de tiempo, por cierto.
El último cuarto fue un contínuo intercambio de canastas. España no lograba acertar desde el perímetro, faceta en la que los croatas impartieron esta noche un máster con Ukic como ponente. Tuvo que aparecer Navarro, que acabó el partido con 35 puntos, para echarse el equipo a las espaldas. España llegó al último minuto perdiendo de dos, pero una canasta de Fran Vázquez cuando todo estaba perdido, forzaba la prórroga. Merecida, por cierto (73-73).
De vértigo. Los últimos cinco minutos fueron de vértigo. Nadie se movió de su asiento en el pabellón. El periodo extra comenzo con un intercambio frenético de canastas en el que la sangre fría de los españoles acabó por sellar el pasaporte para el Mundial de Japón y la lucha por las medallas en el Europeo. De la actuación del equipo croata, mejor no hablar. Perdieron los papeles y acabaron el partido con una ventaja de quince puntos que no se corresponde con la igualdad que se vio durante el partido (100-85).
No hay tiempo en este Europeo para celebraciones. Este sábado, a partir de las 21.00, España se juega el pase a la final ante la Alemania de Nowitzki. No está prohibido soñar, pero con actuaciones como la de este viernes, ni hará falta. Hay que recordar que ambas selecciones se enfrentaron en un amistoso de preparación y España acabó ganando.