L D (EFE) El bloque ha vuelto a brillar, esta vez ante Turquía, aunque sin duda Juanfran ha sido el protagonista del partido con los dos primeros goles de España y con acciones desequilibrantes por la banda derecha ante las que nada pudo hacer la defensa otomana. Al igual que en la primera fase, los de Iñaki Sáez buscaron desde el principio imponer su ritmo al partido, no precipitarse en el centro campo y prestar máxima atención en la defensa, pautas en las que ha insistido el seleccionador jornada tras jornada.
España sabía que si frenaba la acometida inicial de los turcos tenía mucho ganado. Pero lo cierto es que casi no hizo falta ni eso, ya que el equipo de Sáez, muy bien asentado sobre el terreno de juego, maniató al rival. Sobre esta base, la selección española sólo precisaba empezar a concretar las opciones de gol, y en este aspecto la sociedad que establecieron Fernando Llorente y Juanfran sirvió para solventar este déficit. Dos balones cazados de cabeza por Llorente fueron a parar hasta Juanfran, quien resolvió con otros tantos goles. En el minuto 27, Jaime Gavilán sacó un falta, tocó el delantero del Athletic y el interior del Real Madrid remató como pudo de cabeza para abrir el marcador.
El tándem Llorente-Juanfran volvió a conectar poco después, ya que el espigado delantero riojano del Athletic de Bilbao volaba de nuevo para cabecear otro balón al que el alicantino le sacaba el máximo rendimiento para establecer de fuerte disparo el segundo gol. En este primer período, Juanfran, que ya gozó de una buena ocasión a los siete minutos, fue una auténtica pesadilla para la banda izquierda de la defensa de Turquía. Volvió locos tanto a Ergun Teber, que empezó el partido de titular y fue sustituido antes del descanso, como a su sustituto, Sezer Sezgin.
Tras el descanso nada cambió. Turquía buscó con timidez en los primeros instantes de la reanudación la meta española, pero se encontró con un equipo muy atento y disciplinado que no le concedió ninguna alegría, mientras que en ataque Juanfran siguió amargando la tarde a aquellos que se encontró por su banda. España tenía controlado por completo el partido y sin forzar la máquina. Sólo faltaba el tercer gol para liquidar la contienda, y apareció el central Robusté para rubricar el 3-0 de cabeza. Pudo la formación española marcar más goles. Tras ser sustituido Juanfran, Gavilán pasó a la derecha y también tomó el relevo del madridista como pesadilla para los otomanos, y aunque el conjunto español gozó de nuevas ocasiones el marcador ya no varió.
Una cosa ha quedado muy clara. Muchos de los futbolistas de ambos equipos que se han enfrentado ya lo hicieron el pasado verano y la igualdad fue grande. Mientras que muchos de los españoles pasaron la temporada en equipos de Primera y Segunda División española -más Cesc en el Arsenal-, sólo un turco salió de su país, mientras que el resto jugó en el fútbol patrio y casi todos aún en categorías inferiores. Un año después, la evolución ha sido muy diferente, netamente favorable a los españoles.
España sabía que si frenaba la acometida inicial de los turcos tenía mucho ganado. Pero lo cierto es que casi no hizo falta ni eso, ya que el equipo de Sáez, muy bien asentado sobre el terreno de juego, maniató al rival. Sobre esta base, la selección española sólo precisaba empezar a concretar las opciones de gol, y en este aspecto la sociedad que establecieron Fernando Llorente y Juanfran sirvió para solventar este déficit. Dos balones cazados de cabeza por Llorente fueron a parar hasta Juanfran, quien resolvió con otros tantos goles. En el minuto 27, Jaime Gavilán sacó un falta, tocó el delantero del Athletic y el interior del Real Madrid remató como pudo de cabeza para abrir el marcador.
El tándem Llorente-Juanfran volvió a conectar poco después, ya que el espigado delantero riojano del Athletic de Bilbao volaba de nuevo para cabecear otro balón al que el alicantino le sacaba el máximo rendimiento para establecer de fuerte disparo el segundo gol. En este primer período, Juanfran, que ya gozó de una buena ocasión a los siete minutos, fue una auténtica pesadilla para la banda izquierda de la defensa de Turquía. Volvió locos tanto a Ergun Teber, que empezó el partido de titular y fue sustituido antes del descanso, como a su sustituto, Sezer Sezgin.
Tras el descanso nada cambió. Turquía buscó con timidez en los primeros instantes de la reanudación la meta española, pero se encontró con un equipo muy atento y disciplinado que no le concedió ninguna alegría, mientras que en ataque Juanfran siguió amargando la tarde a aquellos que se encontró por su banda. España tenía controlado por completo el partido y sin forzar la máquina. Sólo faltaba el tercer gol para liquidar la contienda, y apareció el central Robusté para rubricar el 3-0 de cabeza. Pudo la formación española marcar más goles. Tras ser sustituido Juanfran, Gavilán pasó a la derecha y también tomó el relevo del madridista como pesadilla para los otomanos, y aunque el conjunto español gozó de nuevas ocasiones el marcador ya no varió.
Una cosa ha quedado muy clara. Muchos de los futbolistas de ambos equipos que se han enfrentado ya lo hicieron el pasado verano y la igualdad fue grande. Mientras que muchos de los españoles pasaron la temporada en equipos de Primera y Segunda División española -más Cesc en el Arsenal-, sólo un turco salió de su país, mientras que el resto jugó en el fútbol patrio y casi todos aún en categorías inferiores. Un año después, la evolución ha sido muy diferente, netamente favorable a los españoles.
Ficha técnica del partido
Turquía, 0: Ozcan; Ucar, Ozavci, Cakmak, Teber (Sezgin, m.38); Sakar, Yilmaz (Keles, m.46), Adin, Zengin; Sezer Oztürk (Ali Oztürk, m.60) y Gulec
Goles: 1-0, m.27: Juanfran; 2-0, m.36: Juanfran; 3-0, m.69: Robusté
Árbitro: Terje Hauge (Noruega). Mostró tarjeta amarilla a los turcos Ucar, Gulec, Sezgin y Sakar
Incidencias: Partido de los octavos de final del Mundial sub’20 disputado en el estadio de Emmen ante cerca de 9.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones