L D (EFE) El equipo de Javier Lozano, que ya había ganado el primer asalto de la eliminatoria hace una semana en Maribor (1-4), ha vuelto a demostrar que es muy superior al esloveno y ha conseguido el billete para Taiwán sin excesivos problemas.
España ha ofrecido una actuación que no pasó de discreta, pero ha doblegado a su rival con autoridad. En el primer tiempo marcó el ritmo de juego desde el arranque ante un adversario parapetado en su terreno, fue la dueña del balón y los goles llegaron casi por inercia. Andreu, Limones y un tanto en propia meta de Kurnic permitieron al equipo de Lozano sentenciar el partido en la primera parte y llegar al descanso con una cómoda ventaja (3-0).
Excesivamente relajado afrontó el segundo tiempo el equipo español, que encajó un gol en el minuto 27 y estuvo a punto de recibir otro en el 30 -Kurnic disparó a un poste de la portería de Sergio-, pero un tiempo muerto solicitado por Lozano hizo reaccionar a sus hombres. Andreu, en el 33, marcó por segunda vez y rubricó el triunfo de España, que dentro de un año viajará a Taiwán con el objetivo de repetir el éxito logrado en Guatemala, donde acabó con el reinado de Brasil en el fútbol sala mundial.
España ha ofrecido una actuación que no pasó de discreta, pero ha doblegado a su rival con autoridad. En el primer tiempo marcó el ritmo de juego desde el arranque ante un adversario parapetado en su terreno, fue la dueña del balón y los goles llegaron casi por inercia. Andreu, Limones y un tanto en propia meta de Kurnic permitieron al equipo de Lozano sentenciar el partido en la primera parte y llegar al descanso con una cómoda ventaja (3-0).
Excesivamente relajado afrontó el segundo tiempo el equipo español, que encajó un gol en el minuto 27 y estuvo a punto de recibir otro en el 30 -Kurnic disparó a un poste de la portería de Sergio-, pero un tiempo muerto solicitado por Lozano hizo reaccionar a sus hombres. Andreu, en el 33, marcó por segunda vez y rubricó el triunfo de España, que dentro de un año viajará a Taiwán con el objetivo de repetir el éxito logrado en Guatemala, donde acabó con el reinado de Brasil en el fútbol sala mundial.