L D (EFE) Robredo y, especialmente, Nadal han abierto la puerta de la quinta final para España, que ahora está a sólo un punto de sentenciar a Francia y aspirar al segundo título de su historia. El encanto de la Copa Davis se nutre de situaciones inesperadas al margen de cualquier cálculo. Y en esas llegó el momento de España, con una pareja joven pero llena de ambición y empeñada en estabilizarse como equipo habitual en el torneo de la Ensaladera de Plata.
El punto del dobles era el aval más seguro con el que Francia contaba para esta eliminatoria. La pareja inscrita inicialmente, formada por Santoro y Llodra, de las mejores del mundo, vencedora en el Abierto de Australia y finalista en Roland Garros, era una garantía. Sobre todo ante un dueto como el español, en crecimiento, pero derrotado en sus dos experiencias previas: contra la República Checa (Jiri Novak y Radek Stepanek) y Holanda (Martin Verkerk y John Van Lottum). El gesto galo se torció con la lesión de Santoro, aquejado de dolores en la muñeca izquierda en el transcurso del partido contra Ferrero. Forget depositó la confianza en Arnaud Clement, que nunca ha jugado como doblista en la Davis.
El enfrentamiento se plagó de tensión desde el primer momento en un duelo lleno de situaciones anómalas y presión de la grada. La primera manga se resolvió en el desempate después de que sólo Robredo y Clement cedieran uno de sus saques. El tie-break cayó del lado de España. La ambición y el espíritu de Nadal facilitaron el trabajo de la pareja hispana. El balear se dejó el alma en cada punto y combinó su afán con su talento. Equilibró las carencias de su compañero, desdibujado en casi todo el momento y distante de su mejor tenis.
Francia reaccionó y transitó a favor en el segundo parcial gracias al break inicial sobre el saque del catalán (6-4). Pero lo mejor de España llegó en el tercero, con Robredo más entonado y Nadal en plena ebullición. Los españoles pasaron por encima de sus adversarios, que no superaron el lastre de Clement, un desajuste para Llodra y cuyos errores terminaron por condenar a su equipo. Los galos volvieron a reaccionar y se anotaron seis juegos de carrerilla en el cuarto (6-2). Todo quedó en manos del quinto parcial. El definitivo. La concentración llegó a las raquetas de España. Especialmente al lado del catalán, que ofreció en el momento adecuado su mejor versión. No despedazó su ocasión. Rompieron el primer saque de Clement, se pusieron 3-0 y consiguieron el primer triunfo.
Ferrero liquida a Santoro en 20 minutos
Poco antes, Juan Carlos Ferrero remachaba su compromiso ante Fabrice Santoro con premura. La sesión del viernes, estancada por la oscuridad, terminó con el valenciano a falta de tres juegos para cerrar el punto (6-3, 6-1, 1-6 y 3-3). En tres juegos y veinte minutos completó la faena en la pista de la Plaza de Toros de Alicante (6-3, 6-1, 1-6 y 6-3). El jugador de Onteniente, que evidenció una extraordinaria fortaleza en el arranque pero que se fue diluyendo después hasta sentir la amenaza de la derrota, aunó solidez y contundencia para doblegar al francés.
Con el empate a tres en la cuarta manga se reanudó el partido. Y el servicio del lado del español, que solventó con algunas dificultades después de dos situaciones de igualdad. Una vez superado el arranque Ferrero tiró de solvencia. Santoro intentó prolongar el tenis desconcertante que aplacó en la víspera el ímpetu del valenciano. Pelea por cada bola, restos blandos y dejadas, hoy sin destino. La estrategia no le salió bien al tahitiano, que por lo menos no desgastó excesivas fuerzas para el próximo compromiso de dobles. Ferrero rompió sin problemas el servicio de Santoro y predispuso la situación para la victoria, que completó después de tirar de saque y completar el duelo con un juego en blanco.