L D (EFE) En busca de su quinto título en esta competición, que pone definitivamente a punto a los equipos participantes para las dos semanas trascendentales que se avecinan en Roland Garros, el conjunto español quiere sumar un triunfo más en el Rochusclub de Dusseldorf después de los logrados en 1978, 1983, 1992 y 1997. El enfrentamiento contra Estados Unidos, campeón en cuatro ocasiones (1982, 1984, 1985 y 1993), no ha tenido el cariz de la emotiva final de la Copa Davis de la Cartuja sevillana el pasado mes de diciembre. No hubo ni la intensidad que puso el público hispalense en la grada, ni la tensión entre ambos banquillos.
Pero todos los jugadores que actúan en Dusseldorf quieren apurar su nivel al máximo y eso lleva a duelos tan disputados como el que ha enfrentado a Robredo y a Spadea. El catalán necesitó una hora y 41 minutos para deshacerse de Spadea, un veterano que lleva doce años en el circuito, situado esta semana en el puesto 43 del mundo y cuyo mejor juego se desarrolla en pistas rápidas. Tommy quería desquitarse de su derrota el domingo ante el sueco Thomas Johansson y soltó el brazo en el tercer set de forma arrolladora para liquidar su primer enfrentamiento contra el estadounidense. Con esta victoria, Robredo lleva una marca de quince victorias y ocho derrotas esta temporada.
El equipo americano, que no alcanza la final de este torneo desde 1993, puso entonces todas sus esperanzas en Jeff Morrison, 111 del mundo, que sustituía a Taylor Dent debido a una lesión, pero enfrente se encontró con un sólido David Ferrer, número 21 del mundo esta semana y dispuesto a no dar tregua. El alicantino lleva un año espectacular, con final en Valencia, semifinales en los Masters Series de Cayo Vizcaíno y Roma, y el torneo Viña del Mar, además de los cuartos de final en Montecarlo.
Salvo en la segunda manga, donde Ferrer anuló dos bolas de set a Morrison, Ferrer controló la situación y enrabietado por ceder su servicio en el octavo juego, dio de si lo mejor en el desempate para hacerse con una victoria, que catapulta a España muy cerca de su quinta final. España y Alemania se han enfrentado en esta competición en dieciséis ocasiones, con ventaja española de 10-6, aunque en la última, el año pasado, los germanos se impusieron por 2-1.
El equipo americano, que no alcanza la final de este torneo desde 1993, puso entonces todas sus esperanzas en Jeff Morrison, 111 del mundo, que sustituía a Taylor Dent debido a una lesión, pero enfrente se encontró con un sólido David Ferrer, número 21 del mundo esta semana y dispuesto a no dar tregua. El alicantino lleva un año espectacular, con final en Valencia, semifinales en los Masters Series de Cayo Vizcaíno y Roma, y el torneo Viña del Mar, además de los cuartos de final en Montecarlo.
Salvo en la segunda manga, donde Ferrer anuló dos bolas de set a Morrison, Ferrer controló la situación y enrabietado por ceder su servicio en el octavo juego, dio de si lo mejor en el desempate para hacerse con una victoria, que catapulta a España muy cerca de su quinta final. España y Alemania se han enfrentado en esta competición en dieciséis ocasiones, con ventaja española de 10-6, aunque en la última, el año pasado, los germanos se impusieron por 2-1.