España no ha sembrado dudas en su preparación. Es la unánime favorita para la medalla de oro y, según todos los especialistas europeos, si juega a su nivel tiene lo más alto del podio a su alcance. La derrota ante Lituania, en Vilna el pasado jueves, creó un desconcierto inicial y alguna incertidumbre, pero los jugadores recogieron el mensaje y se han concienciado de que deben jugar con total intensidad para no volver a tener tropiezos.
La selección española quiere comenzar bien en el primer partido, que siempre es complicado. Enfrente estará un equipo serbio totalmente renovado, con juventud y calidad por arrobas. Un equipo de jóvenes promesas sin nombres de relumbrón pero con el respaldo de la excelencia baloncestística serbia de siempre.
"Serbia se está reconstruyendo acertadamente. Se olvidó de los nombres y está volviendo al talento que siempre han tenido. Son jugadores peligrosos y ante la ausencia de grandes figuras que podían cortar su progresión,están jugando en equipo", ha avisado el seleccionador de España Sergio Scariolo. "Serán un excelente rival para medir la capacidad que tenemos y por eso me alegro de haber jugado antes en Lituania", ha añadido el entrenador del equipo nacional.
Pau Gasol, que lleva varios días entrenando a tope, será la gran novedad del equipo. Será su primera presencia, después de haberse perdido toda la preparación por culpa de una lesión en el dedo
índice de la mano izquierda. Nadie está preocupado por ello. La calidad y personalidad de Pau, obran el milagro.
Rudy Fernández no jugará en principio. No se quiere arriesgar, aunque dependiendo de su evolución y de la marcha del partido podría probarse. Serbia espera y España quiere salir fuerte y evitar sorpresas.
"Si queremos ganar, tenemos que dominar e imponer nuestro ritmo y nuestro juego desde el primer momento", ha recordado Pau Gasol.