L D (EFE) El domingo, a partir de las 14:30 horas, el campo 1 del Club de Campo de Madrid volverá a engalanarse para presenciar un apasionante duelo por el tercer puesto, en el que una victoria de España pondría la guinda a su magnífica actuación en un Mundial que empezó con el objetivo de acabar entre los seis primeros y ganar plaza para el Trofeo de Campeones 2007.
Enfrente estará Argentina, campeón del mundo en Perth'2002 tras derrotar a Holanda en la final por strokes, y que se ha visto relegado a pelear por el bronce cuando su gran objetivo en Madrid era colgarse su segundo oro. El debate entre la necesidad de renovación en "Las Leonas" argentinas y la urgencia de no regresar de vacío condicionará mañana la actitud del equipo de Gabriel Minadeo, un rival incómodo para España, que logró esquivarlo en las semifinales pero lo tendrá enfrente en la hora de la verdad.
Las de Usoz tienen muy fresco el recuerdo de los dos últimos amistosos previos al inicio de la Copa del Mundo en los que las argentinas, que ya fueron bronce en 1978 en Madrid y plata en Mandelieu'74 y Berlín'76, se impusieron por 3-2 y 5-1. Pero España ha ido paso a paso y con humildad en el Mundial. Sabe que ha llegado más lejos de lo que apuntaban los mejores pronósticos, que se ha quedado a un paso de la final y que ha forzado a Australia a llegar a la prórroga para estar ser finalista.
Será un partido más, distinto porque habrá una medalla en juego, pero España no hará un planteamiento muy diferente, salvo para suplir de nuevo la baja de Silvia Muñoz, la capitana del equipo que sufrió una fractura de peroné en el último partido de la primera fase. Este sábado, las chicas de Usoz han hecho una ligera sesión de carrera continua y han disfrutado de unas horas libres hasta las cuatro de la tarde, momento en el que volverán a reunirse para perfilar las líneas maestras de un partido que puede consagrar al renovado equipo español.
Después, a las 17:00 horas, se jugará la gran final entre Holanda y Australia, los equipos con la trayectoria más regular en el campeonato. Holanda buscará su sexto título tras ganar los de Mandelieu'74, Madrid'78, Kuala Lumpur'83, Amsterdam'86 y Sydney'90, y Australia el tercero después de los oros de Utrecht'98 y Dublín'94.
Enfrente estará Argentina, campeón del mundo en Perth'2002 tras derrotar a Holanda en la final por strokes, y que se ha visto relegado a pelear por el bronce cuando su gran objetivo en Madrid era colgarse su segundo oro. El debate entre la necesidad de renovación en "Las Leonas" argentinas y la urgencia de no regresar de vacío condicionará mañana la actitud del equipo de Gabriel Minadeo, un rival incómodo para España, que logró esquivarlo en las semifinales pero lo tendrá enfrente en la hora de la verdad.
Las de Usoz tienen muy fresco el recuerdo de los dos últimos amistosos previos al inicio de la Copa del Mundo en los que las argentinas, que ya fueron bronce en 1978 en Madrid y plata en Mandelieu'74 y Berlín'76, se impusieron por 3-2 y 5-1. Pero España ha ido paso a paso y con humildad en el Mundial. Sabe que ha llegado más lejos de lo que apuntaban los mejores pronósticos, que se ha quedado a un paso de la final y que ha forzado a Australia a llegar a la prórroga para estar ser finalista.
Será un partido más, distinto porque habrá una medalla en juego, pero España no hará un planteamiento muy diferente, salvo para suplir de nuevo la baja de Silvia Muñoz, la capitana del equipo que sufrió una fractura de peroné en el último partido de la primera fase. Este sábado, las chicas de Usoz han hecho una ligera sesión de carrera continua y han disfrutado de unas horas libres hasta las cuatro de la tarde, momento en el que volverán a reunirse para perfilar las líneas maestras de un partido que puede consagrar al renovado equipo español.
Después, a las 17:00 horas, se jugará la gran final entre Holanda y Australia, los equipos con la trayectoria más regular en el campeonato. Holanda buscará su sexto título tras ganar los de Mandelieu'74, Madrid'78, Kuala Lumpur'83, Amsterdam'86 y Sydney'90, y Australia el tercero después de los oros de Utrecht'98 y Dublín'94.