Sólo habían transcurrido tres minutos del partido entre el City y el Newcastle, correspondiente a la séptima jornada de la Premier League y disputado en el Estadio Ciudad de Manchester, cuando De Jong cometió una entrada brutal sobre Ben Arfa, que necesitó oxígeno mientras era atendido sobre el césped. El francés, que estaba disputando el tercer partido en las filas del Newcastle tras su cesión por parte del Olympique de Marsella, tuvo que ser trasladado de inmediato a un centro hospitalario.
Lo peor de todo es que el árbitro del encuentro, Martin Atkinson, ni siquiera mostró tarjeta amarilla al salvaje jugador holandés.
Chris Hughton, entrenador de las urracas, intuyó en un primer momento que su futbolista tenía una rotura. Horas después, los peores pronósticos se han terminado por confirmar. Según el último parte médico, el francés sufre fractura de tibia y peroné y este mismo lunes será sometido a una intervención quirúrgica.
Para más inri, Hughton también perdía por lesión en el encuentro al argentino Fabricio Coloccini. "Hemos tenido hoy dos bajas importantes, pero el espíritu de este vestuario es bueno y este tipo de cosas nos hace estar a todos un poquito más juntos", decía el técnico del Newcastle al final del partido.
En cuanto a De Jong, cabe recordar que se hizo tristemente célebre por su brutal patada en el pecho a Xabi Alonso en la final del Mundial entre España y Holanda, en unas imágenes que dieron la vuelta al mundo a través de la televisión. Al igual que ahora, en aquella ocasión tampoco fue sancionado por el árbitro, el inglés Howard Webb.
Su última entrada a Ben Arfa pone de relieve que sujetos como el holandés deberían tener prohibido jugar al fútbol.