(Libertad Digital) Las polémicas entre la Liga profesional y los jugadores sigue siendo el centro de atención dentro de la NBA. El último enfrentamiento tiene su origen en el informe interno que la oficina del comisionado mandó a todos los equipos para que no contraten al alero Vin Baker hasta que su caso no sea resuelto por un mediador.
La acción de la liga ha sido considerada por el jefe del sindicato de jugadores, Billy Hunter, como "ofensiva" e "insultante". "La decisión de la liga es un claro reconocimiento de que no sólo Baker puede jugar, sino que además hay equipos que quieren conseguir sus servicios", comentó Hunter.
El "all star" Vin Baker fue dejado en libertad por los Boston Celtics sin que pudiera completar su contrato de algo más de dos años –y por el que debía cobrar la friolera de 36 millones de dólares– por haber violado el programa de rehabilitación del consumo de alcohol al que estaba sometido de forma voluntaria. El agente de Baker, Aaron Goodwin, dijo que los Knicks de Nueva York, Raptors de Toronto y Heat de Miami habían mostrado interés en conseguir los servicios de su cliente, aunque no había elegido a ninguno hasta que no pudiese firmar un contrato.
El sindicato de jugadores no ha tardado en presentar una demanda contra los Celtics y la NBA ante el mediador Roger Kaplan para que decida sobre la baja que le dio el equipo de Boston, pero hasta el momento no se ha establecido una fecha para ver su caso. Si Baker pierde la mediación se habrá quedado sin ganar 36 millones de dólares. Los Celtics, que habían suspendido a Baker durante 10 partidos después que violara el programa de rehabilitación, al final decidieron dejarlo en libertad y anular su contrato.
El portavoz de la liga Tim Frank confirmó la existencia del informe interno, pero explicó que si Baker gana su caso tendrá que ser admitido de nuevo por los Celtics y respetarle el contrato hasta el final. "No puede firmar con otro equipo si luego tiene que cumplir con el contrato original", explicó Frank. Sin embargo, un portavoz del sindicato confirmó a la agencia EFE que el miércoles iban a llamar por teléfono a Kaplan para solicitarle que estableciese un decisión temporal que impidiese la validez del informe enviado por la NBA a los 29 equipos que configuran la liga.
"Queremos presentar nuestro caso ante el mediador lo más pronto posible para exponerle el flagrante y desesperado intento de privar a este jugador de una oportunidad de ganarse su salario y demostrar al mundo entero que está listo para hacerlo", declaró Hunter. "Baker quiere y puede jugar al baloncesto como profesional", añadió. Por su parte, los Celtics no han querido hacer ningún comentario sobre el asunto y se limitaron a decir que el único que tiene que valorar la situación es la NBA y el mediador.
La acción de la liga ha sido considerada por el jefe del sindicato de jugadores, Billy Hunter, como "ofensiva" e "insultante". "La decisión de la liga es un claro reconocimiento de que no sólo Baker puede jugar, sino que además hay equipos que quieren conseguir sus servicios", comentó Hunter.
El "all star" Vin Baker fue dejado en libertad por los Boston Celtics sin que pudiera completar su contrato de algo más de dos años –y por el que debía cobrar la friolera de 36 millones de dólares– por haber violado el programa de rehabilitación del consumo de alcohol al que estaba sometido de forma voluntaria. El agente de Baker, Aaron Goodwin, dijo que los Knicks de Nueva York, Raptors de Toronto y Heat de Miami habían mostrado interés en conseguir los servicios de su cliente, aunque no había elegido a ninguno hasta que no pudiese firmar un contrato.
El sindicato de jugadores no ha tardado en presentar una demanda contra los Celtics y la NBA ante el mediador Roger Kaplan para que decida sobre la baja que le dio el equipo de Boston, pero hasta el momento no se ha establecido una fecha para ver su caso. Si Baker pierde la mediación se habrá quedado sin ganar 36 millones de dólares. Los Celtics, que habían suspendido a Baker durante 10 partidos después que violara el programa de rehabilitación, al final decidieron dejarlo en libertad y anular su contrato.
El portavoz de la liga Tim Frank confirmó la existencia del informe interno, pero explicó que si Baker gana su caso tendrá que ser admitido de nuevo por los Celtics y respetarle el contrato hasta el final. "No puede firmar con otro equipo si luego tiene que cumplir con el contrato original", explicó Frank. Sin embargo, un portavoz del sindicato confirmó a la agencia EFE que el miércoles iban a llamar por teléfono a Kaplan para solicitarle que estableciese un decisión temporal que impidiese la validez del informe enviado por la NBA a los 29 equipos que configuran la liga.
"Queremos presentar nuestro caso ante el mediador lo más pronto posible para exponerle el flagrante y desesperado intento de privar a este jugador de una oportunidad de ganarse su salario y demostrar al mundo entero que está listo para hacerlo", declaró Hunter. "Baker quiere y puede jugar al baloncesto como profesional", añadió. Por su parte, los Celtics no han querido hacer ningún comentario sobre el asunto y se limitaron a decir que el único que tiene que valorar la situación es la NBA y el mediador.