
L D (EFE) En una entrevista concedida a EFE Radio, Sánchez Vicario dice que es una ilusión hecha realidad. "Es uno de los pasos que se pueden dar en tu carrera, pero también es lo más cercano a la tensión que se tiene cuando se juega. Hay ex jugadores como (Andrés) Gimeno o (José) Higueras que no han llegado a serlo nunca. No es una cosa para tanta gente".
Emilio, no obstante, sabe del reto que supone el próximo año, con Bielorussia esperando en casa en la primera jornada y añade que el público se ha "acostumbrado muy pronto a las cosas buenas", debido a los éxitos del equipo español con dos títulos en este lustro. "En los últimos cinco años se han jugado tres finales, pero el año que viene lo tenemos difícil al jugar fuera ante un país muy difícil, pero espero que los jugadores lleguen bien para plantear la eliminatoria de forma positiva", dice.
"Los próximos torneos son importantes para saber quién tiene posibilidades de jugar en esa pista y conocer quién está mejor para esa eliminatoria", añade. Sánchez Vicario no plantea en principio crear un equipo de trabajo con excesivas personas a su alrededor. "Yo mismo y si necesito más ayuda, tiraré de gente de la Federación. Si no encuentro a alguien lo plantearé, pero la idea es hacerlo yo", comenta.
Respecto al revuelo sobre la no renovación de los componentes del G-2, Juan Bautista Avendaño y Jordi Arrese, Emilio ha querido ser conciliador. "La Copa Davis siempre genera tensión", dice, "en un principio las cosas no se hicieron como se deberían haber hecho y yo estaba descontento, después el presidente insistió y estoy ahí, eso es lo importante". "Con Avendaño hace muchos años que no tenemos relación, con Arrese somos más cercanos. En estas circunstancias, cuando les sustituyeron a ellos, ya sonaba mi nombre", concluyó.