(Libertad Digital) El Deportivo ha frenado la euforia del Villarreal después de su pase a las semifinales de la Liga de Campeones. Sin embargo, el empate tampoco beneficia mucho a ninguno de los dos en su carrera hacia Europa vía UEFA. El equipo gallego salió mejor posicionado y la presión que ejerció en el centro del campo, donde buscaba la superioridad numérica con acumulación de hombres, maniató las salidas cómodas del Villarreal en los primeros minutos de juego.
Poco a poco, los de Manuel Pellegrini se desataron las manos de la presión y, con Riquelme, como protagonista de todas las acciones ofensivas de su equipo, se acercaban con más asiduidad al área visitante aunque sin claridad ni efectividad en los últimos metros. En el área local, el meta argentino Mario Barbosa, que jugó para rodarse de cara al partido de la Liga de Campeones ante el Arsenal por la sanción de Vieira, solventaba con seguridad los balones que llegaban con cierta intención a sus dominios.
Aunque sin peligro claro y sin acierto, el equipo de Joaquín Caparrós llegaba con más facilidad y daba más trabajo a la defensa y al meta local, mientras que Forlán y Guille Franco sufrían las imprecisiones de su equipo en el último pase y Molina se convertía en un espectador más. Las pérdidas de balón en ataque del Villarreal propiciaban rápidos contragolpes del Deportivo. En uno de ellos Iago pecó de individualismo y la defensa frustró su jugada y en otro, su disparo raso, prácticamente el primero del partido entre los tres palos, obligó a Barbosa a lucirse. Luego fue Arizmendi quien lo intentó.
El Villarreal se esperó a los dos últimos minutos antes del descanso para disponer de sus mejores ocasiones. Coloccini sacó un remate de Guille Franco en boca de gol y en la jugada siguiente, Forlán no llegó a empujar un disparo cruzado del mexicano en el área pequeña. El Villarreal continuó con esa tónica tras el descanso, pero en el minuto 70 se adelantó el Deportivo. Munitis puso el balón a Sergio para que desde fuera del área abriera el marcador e hiciera inútil la estirada de Barbosa. El gol no fue un mazazo para los castellonenses, que a los pocos minutos veía el empate con un tanto de Guille Franco de cabeza a la salida de un córner botado por Riquelme.
Poco a poco, los de Manuel Pellegrini se desataron las manos de la presión y, con Riquelme, como protagonista de todas las acciones ofensivas de su equipo, se acercaban con más asiduidad al área visitante aunque sin claridad ni efectividad en los últimos metros. En el área local, el meta argentino Mario Barbosa, que jugó para rodarse de cara al partido de la Liga de Campeones ante el Arsenal por la sanción de Vieira, solventaba con seguridad los balones que llegaban con cierta intención a sus dominios.
Aunque sin peligro claro y sin acierto, el equipo de Joaquín Caparrós llegaba con más facilidad y daba más trabajo a la defensa y al meta local, mientras que Forlán y Guille Franco sufrían las imprecisiones de su equipo en el último pase y Molina se convertía en un espectador más. Las pérdidas de balón en ataque del Villarreal propiciaban rápidos contragolpes del Deportivo. En uno de ellos Iago pecó de individualismo y la defensa frustró su jugada y en otro, su disparo raso, prácticamente el primero del partido entre los tres palos, obligó a Barbosa a lucirse. Luego fue Arizmendi quien lo intentó.
El Villarreal se esperó a los dos últimos minutos antes del descanso para disponer de sus mejores ocasiones. Coloccini sacó un remate de Guille Franco en boca de gol y en la jugada siguiente, Forlán no llegó a empujar un disparo cruzado del mexicano en el área pequeña. El Villarreal continuó con esa tónica tras el descanso, pero en el minuto 70 se adelantó el Deportivo. Munitis puso el balón a Sergio para que desde fuera del área abriera el marcador e hiciera inútil la estirada de Barbosa. El gol no fue un mazazo para los castellonenses, que a los pocos minutos veía el empate con un tanto de Guille Franco de cabeza a la salida de un córner botado por Riquelme.
Los goles avivaron un choque que se había tornado aburrido y los últimos quince minutos fueron un ir y venir constante y a un alto ritmo, con llegadas y ocasiones en ambas áreas. La transformación fue más visible en el Villarreal que, con los cambios introducidos por Pellegrini, recuperó su agilidad ofensiva y gozó de las más claras ocasiones para ganar. Gonzalo Rodríguez, sólo ante Molina, malogró a dos minutos del final el tanto que le hubiera dado la victoria.
Ficha técnica del partido
Villarreal, 1: Barbosa, Javi Venta, Peña, Gonzalo Rodríguez, Arruabarrena (Roger, m.74), Riquelme, Tacchinardi, Senna (Jose Mari, m.74), Sorín, Guille Franco y Forlán (Héctor Font, m.84)
Deportivo, 1: Molina, Manuel Pablo, Coloccini, Héctor, Capdevila, Sergio, De Guzmán, Munitis, Iago (Rubén, m.58), Víctor (Romero, m.65) y Arizmendi (Xisco, m.79)
Goles: 0-1, m.70: Sergio; 1-1, m.73. Guille Franco
Árbitro: Pérez Lasa (Comité Vasco). Mostró tarjeta amarilla a los locales Gonzalo Rodríguez (m.11) y Forlán (m.38), y a los visitantes Manuel Pablo (m.39) y Coloccini (m.82)
Incidencias: partido correspondiente a la trigésimo segunda jornada de la Liga en Primera División, disputado en el estadio de El Madrigal ante unos 19.000 espectadores
Deportivo, 1: Molina, Manuel Pablo, Coloccini, Héctor, Capdevila, Sergio, De Guzmán, Munitis, Iago (Rubén, m.58), Víctor (Romero, m.65) y Arizmendi (Xisco, m.79)
Goles: 0-1, m.70: Sergio; 1-1, m.73. Guille Franco
Árbitro: Pérez Lasa (Comité Vasco). Mostró tarjeta amarilla a los locales Gonzalo Rodríguez (m.11) y Forlán (m.38), y a los visitantes Manuel Pablo (m.39) y Coloccini (m.82)
Incidencias: partido correspondiente a la trigésimo segunda jornada de la Liga en Primera División, disputado en el estadio de El Madrigal ante unos 19.000 espectadores