L D (EFE) Lo gracias a un más que eficaz Havard Tvedten, que igualó el récord de goles en un partido -15- del conjunto vallisoletano logrado por Julio Fis, y con una magnífica defensa, comandada por Asier Antonio. La intensidad fue la nota predominante desde el primer minuto de partido, sobre todo por parte del lado local, ya que la desventaja con la que afrontaban el encuentro les hizo muy conscientes de que sólo a través de la presión defensiva podían lograr la remontada y alcanzar su tercera final de la Recopa de Europa.
Gracias a ese buen trabajo defensivo, con diferentes sistemas, según lo que la situación requería en cada momento, y a la efectividad de Tvedten desde la línea de siete metros, el conjunto vallisoletano se hizo con el mando del partido hasta alcanzar una renta de cinco goles (9-4) en el minuto 14. Los suizos apretaron sus líneas e hicieron valer su gran rapidez a la hora de recomponerse en defensa, lo que prácticamente impedía a los vallisoletanos anotar ningún gol de contraataque y, eso permitió al Amicitia recortar diferencias hasta situarse a dos goles (11-9) en el minuto 21.
Pero el Pevafersa, ayudado por su infatigable afición y con un Tvedten tremendamente eficaz, volvió a aumentar la tensión defensiva lo que, unido a un buen trabajo de equipo, hizo que las diferencias volvieran a aumentar hasta los seis tantos (16-10), a falta de poco más de un minuto para la finalización de la primera mitad.
El cuadro visitante, en el que Schmid y Loke fueron neutralizados por los pupilos de Pastor, intentó dar una vuelta de tuerca a su ya dura defensa y, merced al acierto de Basic y Hess, logró recortar la ventaja del Pevafersa antes del descanso (17-12).
Se notó y mucho el regreso de Asier Antonio en el Pevafersa Valladolid, que se mostró mucho más seguro en defensa que en el partido de ida y, tras la reanudación, ese sacrificio en su área les dio alas para seguir aumentando su renta hasta los ocho goles (20-12) en el minuto 35. El Amicitia no tiró la toalla y, lejos de dejarse llevar por el desánimo ante el mejor juego del rival, apretó los dientes y, del 24-15 en el minuto 42 pasaron a un 24-18, tras aprovechar un momento de bajón de los vallisoletanos, que coincidió con la salida de la pista de Óscar Perales por lesión.
Pero el Pevafersa tenía aún mucho que decir y, de nuevo mediante un gran trabajo en equipo, dirigido por un destacado Entrerríos, recuperaron la concentración y las riendas del juego para obtener una ventaja de nueve goles (30-21) en el minuto 53 que, si bien llegaron a recortar los suizos (31-25), les fue imposible remontar esa diferencia (33-27).
Gracias a ese buen trabajo defensivo, con diferentes sistemas, según lo que la situación requería en cada momento, y a la efectividad de Tvedten desde la línea de siete metros, el conjunto vallisoletano se hizo con el mando del partido hasta alcanzar una renta de cinco goles (9-4) en el minuto 14. Los suizos apretaron sus líneas e hicieron valer su gran rapidez a la hora de recomponerse en defensa, lo que prácticamente impedía a los vallisoletanos anotar ningún gol de contraataque y, eso permitió al Amicitia recortar diferencias hasta situarse a dos goles (11-9) en el minuto 21.
Pero el Pevafersa, ayudado por su infatigable afición y con un Tvedten tremendamente eficaz, volvió a aumentar la tensión defensiva lo que, unido a un buen trabajo de equipo, hizo que las diferencias volvieran a aumentar hasta los seis tantos (16-10), a falta de poco más de un minuto para la finalización de la primera mitad.
El cuadro visitante, en el que Schmid y Loke fueron neutralizados por los pupilos de Pastor, intentó dar una vuelta de tuerca a su ya dura defensa y, merced al acierto de Basic y Hess, logró recortar la ventaja del Pevafersa antes del descanso (17-12).
Se notó y mucho el regreso de Asier Antonio en el Pevafersa Valladolid, que se mostró mucho más seguro en defensa que en el partido de ida y, tras la reanudación, ese sacrificio en su área les dio alas para seguir aumentando su renta hasta los ocho goles (20-12) en el minuto 35. El Amicitia no tiró la toalla y, lejos de dejarse llevar por el desánimo ante el mejor juego del rival, apretó los dientes y, del 24-15 en el minuto 42 pasaron a un 24-18, tras aprovechar un momento de bajón de los vallisoletanos, que coincidió con la salida de la pista de Óscar Perales por lesión.
Pero el Pevafersa tenía aún mucho que decir y, de nuevo mediante un gran trabajo en equipo, dirigido por un destacado Entrerríos, recuperaron la concentración y las riendas del juego para obtener una ventaja de nueve goles (30-21) en el minuto 53 que, si bien llegaron a recortar los suizos (31-25), les fue imposible remontar esa diferencia (33-27).