El Real Madrid se ha dejado dos puntos clave (1-1), que pueden valer una Liga, en Almería, donde no ha podido pasar del empate ante el colista. El conjunto madrileño jugó un pobre partido, con sus estrellas muy desdibujadas, y estuvo en todo momento incómodo ante un equipo andaluz que ahogó perfectamente el mediocampo blanco.
Jose Mourinho decidió sacrificar de entrada a Benzema y dio la alternativa desde el inicio a Kaká, que estuvo gris como todos sus compañeros La primera parte fue muy pareja. El Almería sujetó perfectamente a los hombres de arriba del Madrid y presionó mucho en el centro del campo para que Xabi Alonso no carburara. Además, el Real Madrid estuvo falto de ambición y no fue a por el partido desde el primer momento. Fruto de ello, fueron unos 45 minutos con pocas ocasiones y mucho juego del centro del campo. La mejor ocasión en el primer tiempo fue para el Real Madrid, a los 40 minutos, pero Cristiano no aprovechó un buen pase de Kaká.
En la segunda mitad, el partido se animó un poco. Un par de centros de Arbeloa pusieron en apuros a Diego Alves, que salvó un buen disparó de Xabi Alonso desde la frontal. Pero el Madrid seguía sin funcionar y era hora de buscar la alternativa de Benzema, a los 55 minutos, por Kaká, que continúa con su recuperación. Sergio Ramos, de cabeza, también tuvo la opción de adelantar a los de Mourinho.
Pero cuando parecía que el gol blanco estaba al caer, el Almería sorprendió. Gran acción de Piatti, el mejor local, al que derriba Sergio Ramos dentro del área. Sigue la jugada Ulloa, que adelantaba al equipo andaluz obligando a remontar al Real Madrid, otra vez.
Cuando peor estaban las cosas, con el Almería contragolpeando con peligro, Benzema encontró a Granero, que había salido por Albiol –arriesgó Mourinho con defensa de tres- y el ‘Pirata’ respondió a la confianza del técnico con un derechazo a la escuadra. Aún pudo eEl Real Madrid llevarse el partido, pero el larguero repelió el disparo de falta de Cristiano. Si Pérez Lasa hubiera estado más acertado, hubiera decretado penalti porque la mano de Mbami, que estaba situado en la barrera, era dentro del área. Hasta dos penas máximas más pidió el equipo blanco durante el encuentro. Esta vez no hubo épica. Se consumaba la sorpresa en el Mediterráneo.
El Barça aprovecha el regalo
Si ya de por sí el Barcelona es el mejor (4-1) equipo de esta Liga, ¿qué se puede hacer cuando su primer disparo a puerta es gol? Eso es lo que ha sucedido en el encuentro ante el Málaga. No planteó mal el partido Pellegrini, y de hecho su conjunto salió sin miedo y con las cosas claras, pero a los siete minutos Iniesta, en la primera acción de ataque del Barcelona, soltó un derechazo finísimo ante el que nada pudo hacer Asenjo.
Encajó bien el tanto, dentro de lo que cabe, el Málaga, que buscó reaccionar, pero sólo diez minutos después Villa hizo el 2-0 dejando muy tocado al rival. A partir de ese momento, lo de siempre: el Barcelona tocando y tocando, el Málaga desesperado, y las ocasiones que se van sucediendo. Asenjo se convirtió en el mejor de su equipo, con varias acciones de mérito, como la del tercer tanto, cuando salvó un mano a mano con Iniesta, pero su rechazo le llegó a Pedro, que siempre está donde tiene que estar, y sólo tuvo que empujarla a portería vacía.
En la segunda mitad el Málaga salió con ganas de animar el partido, y un golazo de Duda de falta directa lo logró. Sin embargo, poco tardó el Barcelona en dar la puntilla, con otro gol de Villa tras gran asistencia de Xavi.
Los últimos minutos sólo sirvieron para volver a ver en acción a Afellay y para confirmar la victoria de un Barça que se proclama campeón de invierno a lo grando con 52 puntos, mayor puntuación en la primera vuelta de la historia. Si además el Real Madrid se deja puntos en Almería, la alegría para los culés es doble.
El Valencia, con lo justo
Un gol del francés Jeremy Mathieu en el tramo final del encuentro, tras buen servicio de Tino Costa y mala salida de Aranzubía, y otro de Pablo Hernández, ya en el tiempo de descuento, han dejado los tres puntos en Mestalla (2-0), en un partido en el que el Valencia fue mínimamente superior a un Deportivo que también tuvo sus opciones de victoria en la segunda mitad.
Con este triunfo, el cuarto consecutivo del cuadro de Unai Emery, el Valencia llega al ecuador de la Liga como cuarto clasificado y en puestos de Liga de Campeones, mientras que el Deportivo sigue en tierra de nadie, en la zona media de la tabla.