L D (EFE) El Valencia salió en tromba con la intención de resolver el partido rápidamente y poder jugar con más tranquilidad en medio del impresionante bochorno de la noche, y a los diez minutos ya había dispuesto de dos claras oportunidades de gol en las botas del debutante Oliveira, que rechazó Kalac. Tras el empuje inicial de los valencianistas, el encuentro fue adormeciéndose, sobre todo a partir de la expulsión de Albelda y Obodo, por agresión mutua, que exigió un mayor esfuerzo a ambos equipos y el juego pasó a desarrollarse en el centro del campo, en el que mandaba el equipo español aunque sin llegar al área.
Tuvo que ser en una arrancada por la banda derecha de Albiol, el mejor jugador valencianista en este periodo, cuando llegó el único gol local, al rematar un centro del canterano desde el área pequeña a su propia puerta Di Loreto, en pugna con Oliveira por ganar la posición. El Perugia, apático durante casi todo el encuentro, despertó en el tramo final del choque, principalmente desde la salida al campo de Do Prado, quien halló una autopista por la banda izquierda valencianista, pero su atrevimiento sólo propició los contraataques locales, frustrados por la falta de remate de sus delanteros.
Tuvo que ser en una arrancada por la banda derecha de Albiol, el mejor jugador valencianista en este periodo, cuando llegó el único gol local, al rematar un centro del canterano desde el área pequeña a su propia puerta Di Loreto, en pugna con Oliveira por ganar la posición. El Perugia, apático durante casi todo el encuentro, despertó en el tramo final del choque, principalmente desde la salida al campo de Do Prado, quien halló una autopista por la banda izquierda valencianista, pero su atrevimiento sólo propició los contraataques locales, frustrados por la falta de remate de sus delanteros.