L D (EFE) Los primeros compases del encuentro ofrecieron un Pamesa encomendado al acierto anotador de Bernard Hopkins en el poste bajo, ya que un desafortunado Liadelis en el lanzamiento y el buen trabajo de Kornegay sobre Oberto limitó el bagaje ofensivo de los valencianos. El Unicaja estuvo muy fluido en ataque, comandado por un Carlos Cabezas muy acertado, tanto en la dirección como en la anotación, y con sus acciones permitió al equipo malacitano abrir brecha en el marcador y doblar a los de Paco Olmos a cuatro minutos para el final del primer acto (9-18).
Ambos técnicos echaron mano de sus banquillos, aunque las rotaciones favorecieron más al Pamesa, que con la entrada de Tomasevic, Paraíso y Luengo ganó en ataque, lo que permitió a los valencianos acabar el cuarto sólo siete abajo (17-24). El comienzo del Pamesa en el segundo cuarto fue fulgurante, un parcial de 9-2 en los primeros dos minutos devolvió la igualdad al marcador (26-26) y obligó a Maljkovic a solicitar tiempo muerto para enmendar el desconcierto de su equipo. Sin embargo, el Pamesa seguía en estado de gracia. Su defensa mejoró extraordinariamente, lo que le permitió atacar mejor y alcanzar una máxima diferencia de ocho puntos (38-30).
El Unicaja reaccionó a tiempo y lo hizo desde la línea de 6,25. Tres triples casi consecutivos abortaron el intento local de poner tierra de por medio y permitió al equipo andaluz alcanzar los vestuarios con una desventaja de tres puntos (41-38). En la reanudación del encuentro, el juego de unos y otros se tornó más espeso. Las defensas se endurecieron y los errores se multiplicaban por ambos bandos. El Unicaja lograba igualar el partido a cuatro minutos para el final del cuarto (47-47), aunque en ese momento aparecieron los hombres de perímetro del Pamesa, un inédito Liadelis sumaba un dos más uno y Paraíso, con un triple, permitía a los de Olmos entrar en el último y definitivo cuarto con una ligera ventaja (57-51).
El Pamesa se manejó bien en los primeros minutos, pero la salida a cancha de Weis y el acierto en los triples del equipo malacitano le supuso encajar un parcial de 2-12, que puso por delante al Unicaja (65-67) a poco más de tres minutos para el final. Con empate a 69 puntos se entró en la recta final del encuentro, en el que la frialdad del base argentino del Pamesa, Alejandro Montecchia, fue decisiva al anotar los últimos seis puntos de su equipo, el último de ellos un tiro libre a falta de tres segundos que dio el triunfo al Pamesa por 75-74.
Ambos técnicos echaron mano de sus banquillos, aunque las rotaciones favorecieron más al Pamesa, que con la entrada de Tomasevic, Paraíso y Luengo ganó en ataque, lo que permitió a los valencianos acabar el cuarto sólo siete abajo (17-24). El comienzo del Pamesa en el segundo cuarto fue fulgurante, un parcial de 9-2 en los primeros dos minutos devolvió la igualdad al marcador (26-26) y obligó a Maljkovic a solicitar tiempo muerto para enmendar el desconcierto de su equipo. Sin embargo, el Pamesa seguía en estado de gracia. Su defensa mejoró extraordinariamente, lo que le permitió atacar mejor y alcanzar una máxima diferencia de ocho puntos (38-30).
El Unicaja reaccionó a tiempo y lo hizo desde la línea de 6,25. Tres triples casi consecutivos abortaron el intento local de poner tierra de por medio y permitió al equipo andaluz alcanzar los vestuarios con una desventaja de tres puntos (41-38). En la reanudación del encuentro, el juego de unos y otros se tornó más espeso. Las defensas se endurecieron y los errores se multiplicaban por ambos bandos. El Unicaja lograba igualar el partido a cuatro minutos para el final del cuarto (47-47), aunque en ese momento aparecieron los hombres de perímetro del Pamesa, un inédito Liadelis sumaba un dos más uno y Paraíso, con un triple, permitía a los de Olmos entrar en el último y definitivo cuarto con una ligera ventaja (57-51).
El Pamesa se manejó bien en los primeros minutos, pero la salida a cancha de Weis y el acierto en los triples del equipo malacitano le supuso encajar un parcial de 2-12, que puso por delante al Unicaja (65-67) a poco más de tres minutos para el final. Con empate a 69 puntos se entró en la recta final del encuentro, en el que la frialdad del base argentino del Pamesa, Alejandro Montecchia, fue decisiva al anotar los últimos seis puntos de su equipo, el último de ellos un tiro libre a falta de tres segundos que dio el triunfo al Pamesa por 75-74.