L D (EFE) Eso y la blanda defensa sobre el base estadounidense del CSKA Jhon Robert Holden, que anotó tres triples en ese cuarto, originó el comienzo de la debacle de los españoles. Los dos primeros cuartos fueron de tanteo, con canastas de uno y otro, aunque Unicaja, liderado por el ala pívot Garbajosa llegó a tener una ventaja de 17-24 (m.11). Ya se atisbaba que Holden podría ser el revulsivo de su equipo y poco a poco, con sus asistencias y sus puntos, le dio la vuelta al marcador con un parcial de 10-2 (minuto 14): 27-26.
El Unicaja perdió una ventaja clara que no supo aprovechar e incluso cuando Scariolo ordeno el cambio de defensa individual a zona; aun así se mantuvieron gracias a los puntos de Garbajosa, Risacher y Brown, llegando al descanso con una mínima ventaja: 37-39. Pero la debacle llegó tras la reanudación. Los visitantes estuvieron en los primeros copases, tres minutos, sin anotar debido al cambio radical de actitud el CSKA de Moscú que cerro el rebote, defendió mejor y además de Holden hubo un hombre muy importante, como el pívot danés David Andersen, que con sus tiros a media distancia fulmino a Unicaja.
Las ventajas comenzaron ser insalvables llegándose al final con un 63-44 que dejo sentenciado el encuentro. En el último y definitivo periodo, el equipo de Sergio Scariolo intentó equilibrar algo el resultado pero bajo inexplicablemente en su actitud, con una quebradiza moral, para concluir con una más que deficiente imagen.
El Unicaja perdió una ventaja clara que no supo aprovechar e incluso cuando Scariolo ordeno el cambio de defensa individual a zona; aun así se mantuvieron gracias a los puntos de Garbajosa, Risacher y Brown, llegando al descanso con una mínima ventaja: 37-39. Pero la debacle llegó tras la reanudación. Los visitantes estuvieron en los primeros copases, tres minutos, sin anotar debido al cambio radical de actitud el CSKA de Moscú que cerro el rebote, defendió mejor y además de Holden hubo un hombre muy importante, como el pívot danés David Andersen, que con sus tiros a media distancia fulmino a Unicaja.
Las ventajas comenzaron ser insalvables llegándose al final con un 63-44 que dejo sentenciado el encuentro. En el último y definitivo periodo, el equipo de Sergio Scariolo intentó equilibrar algo el resultado pero bajo inexplicablemente en su actitud, con una quebradiza moral, para concluir con una más que deficiente imagen.