En los primeros minutos del primer cuarto, los manresanos fueron superiores y desde que Guillem Rubio se adelantó con un triple (0-3, m.2) su equipo se mantuvo por delante en el electrónico y amplió distancias hasta 4-12, pero el Unicaja fue remontando, sobre todo gracias a Cabezas y a Carlos Jiménez. Los malagueños frenaron el inicial contraataque visitante lo que se unió a los fallos de dos y a balones claves que perdieron los catalanes, con lo que se llegó al final (25-19).
En el segundo parcial, el equipo visitante aprovechó su rebote ofensivo y pronto acortó distancias hasta ponerse a tres puntos de su rival (38-35, m.18), y un minuto más tarde igualó (41-41) gracias a un tiro libre de Grimau. No obstante dos tiros libres de Haislip volvieron a dar la ventaja al cuadro local y los últimos minutos del parcial se gastaron entre pérdidas de balón y fallos de ambos conjuntos.
En el segundo tiempo, el tercer cuarto fue el más desigual y en el que Unicaja evidenció su superioridad y aunque al principio mantuvo escasa ventajas de dos o tres puntos, a partir de un triple de Cabezas (52-47, m.25) éste lideró el ataque local. Con la ayuda de las buenas asistencias de Omar Cook y los tiros libres de Archibald, el Unicaja frenó las ambiciones de los manresanos y se llevaron el parcial por un amplio 72-55.
El último cuarto fue una repetición del anterior, aunque el conjunto local fue menos ofensivo viendo segura su victoria conforme pasaban los minutos y manteniendo distancias primeros de algo más de diez puntos y luego de veinte, mientras que el Ricoh Manresa acusó nervios y perdió demasiados balones.
El Fuenlabrada, al asalto del octavo puesto
Además, un brillante Alta Gestión Fuenlabrada ha logrado en Sevilla un triunfo fundamental en su meta de asaltar la octava plaza al final del campeonato y ha cortado de raíz la racha de seis triunfos seguidos del Cajasol, que deberá esperar para rubricar su permanencia. Los madrileños dominaron el marcador durante todo el partido y ya sorprendieron a los locales con un primoroso primer cuarto, en el que anotaron 28 puntos aplicando velocidad y alta efectividad ante un cuadro sevillano muy flojo en defensa.
Liderado por un motivadísimo Bueno (12 puntos) y con un arranque demoledor (2-13, m.4), el Alta Gestión llegó a disfrutar en los primeros diez minutos de hasta trece puntos de ventaja (13-26, m.9), una renta que se elevó hasta los quince tantos (33-48) al descanso, tras un segundo cuarto de claro color visitante. Aunque la producción ofensiva de los fuenlabreños descendió, el Cajasol nunca encontró su ritmo de juego y fue siempre a remolque, lastrado además por la cuarta personal de su estrella, Clay Tucker, y su desacierto desde la larga distancia.
En la tercera manga, el Fuenlabrada agravó las diferencias que existían en la pista y, pese al empeño local, apuntó una nueva ventaja máxima -veintiún puntos (41-62, m.25)- mientras Bueno machacaba a sus ex compañeros con once nuevos puntos. La única reacción solvente del Cajasol en todo el encuentro llegó en la cuarta manga, merced a un parcial de 13-0 que ejecutó Miso, con la ayuda de Ignerski, ante su anterior equipo.
Once puntos del madrileño encendieron a sus compañeros, que, luego del triple de Tucker, con tiro libre adicional, vieron el triunfo más cerca que nunca (76-80, m.37). No obstante, la respuesta del Fuenlabrada fue rotunda: un 0-7 firmado por Valters, Oleson y Tskitishvili, cuyo triple (76-87, m.38) en el que fuera su pabellón hace dos temporadas acabó con las ilusiones del Cajasol.