L D (Europa Press) Ambos equipos presentaban como credenciales trayectorias antagónicas: el Unicaja venía de convencer en Lituania ante el Zalgiris, mientras que el Olympiacos sufría su primer revés en el Palau Blaugrana, gracias a un magistral último cuarto de Juan Carlos Navarro. El triple inicial de Papamakarios fue la señal de un mal presagio que posteriormente el equipo andaluz se encargó de confirmar al no anotar un tiro de campo hasta el último minuto del primer parcial, sustentándose únicamente desde la línea de tiros libres.
El desacierto de los jugadores del Unicaja, el mejor equipo de la primera fase, se sumó al demoledor parcial de 2-10 como carta de presentación griega en el Martín Carpena que, no obstante, no hizo callar a la afición de la Costa del Sol. Al final de los diez primeros minutos se llegaría con un abultado 13-25 en el marcador. En Atenas, el equipo español ya sufrió el póquer de ases formado por Edney, Schortsanitis, Papamakarios y Lewis (65 puntos en total), pero Scariolo pareció no encontrar la fórmula para frenar a las figuras del cuadro griego, en las que se apoyaba casi en exclusividad todo el juego ofensivo.
Jorge Garbajosa animó con un triple de inicio en el segundo parcial la reacción que todos sus compañeros ansiaban, pero que pronto se tornó en un espejismo para no dar continuidad al MVP obtenido por el pívot español en la jornada previa europea, tras su destacada actuación en Lituania. Mientras, Tyus Edney confirmaba la aureola que le precedía como uno de los mejores bases que juegan en Europa y dirigía con mucho acierto a sus compañeros, que aumentaron la diferencia hasta los 19 puntos que registraba el partido al descanso.
La reanudación sólo ofreció un igualado tercer cuarto (14-14) que no cambió en nada lo acontecido en la pista malagueña y un par de acercamientos en falso protagonizados por el Unicaja, que incluso llegó a sufrir una máxima desventaja de 23 puntos (44-67) al inicio del último cuarto. Finalmente, una diferencia de siete puntos (70-77) a un minuto de la bocina hizo albergar momentáneas esperanzas a los asistentes al Martín Carpena, que hicieron una demostración de señorío con la ovación dedicada a Tyus Edney cuando fue sustituido a unos segundos de final, pero que no pudieron asistir a la victoria de su equipo ante un Olympiacos que siempre estuvo por delante.
Ahora el Unicaja tendrá que ganar sus dos partidos y esperar a que el Winterthur FC Barcelona no lo haga, además de vencer a éstos en el Palau Blaugrana por una diferencia superior a los tres puntos conseguidos de renta en la ida (68-71), para hacerse con una de las dos plazas del Grupo D y lograr su pase a cuartos de final.