L D (EFE) Oporto, campeón por tercera vez consecutiva de la liga portuguesa de fútbol, fue excluido de la Liga de Campeones el mes pasado por el Comité de Control y Disciplina de la UEFA después de que las autoridades deportivas lusas le sancionaron con seis puntos y una multa, entre otras medidas, por un caso de soborno a árbitros en la temporada 2003-2004, dentro del llamado caso "silbato final".
Unos días después, el 16 de junio, la UEFA revocó la exclusión del Oporto pero abrió la posibilidad de dejarle fuera de la Liga de Campeones, por los intereses de los conjuntos suplentes, y pasó el caso a la Comisión de Control y Disciplina. El TAS, con sede en Lausana, escuchó el lunes las alegaciones de los equipos portugueses y anunció hoy su decisión de no aceptar los recursos presentados por el Benfica y el Vitoria de Guimaraes el pasado 26 de junio. Los medios de comunicación lusos se hicieron rápidamente eco de la decisión, cuyos argumentos no fueron hechos públicos en un primer momento.
El dictamen cierra un polémico caso y más de un mes de suspense sobre la participación portuguesa en la competición continental y los elevados contratos de publicidad y patrocinio vinculados a ella. Para Benfica y Vitoria de Guimaraes la decisión supone un jarro de agua fría y el fin de sus esperanzas de ingresar algún dinero extra para la próxima temporada.
El escándalo de soborno de árbitros conocido como "silbato dorado" y sus ramificaciones en el llamado "silbato final" sigue todavía en los tribunales lusos aunque ha dado lugar ya a diversas sanciones de la liga portuguesa de fútbol a equipos de la primera división.
El presidente del Oporto, Nuno Pinto da Costa, fue condenado el pasado 9 de mayo a dos años de inhabilitación, mientras su club recibió una sanción de 150.000 euros y la pérdida de los seis puntos, aunque esto no impidió que se hiciese con su tercer campeonato nacional consecutivo. Además otro club de Oporto, el Boavista, fue condenado al descenso a segunda división mientras al Unión de Leiría le fueron retirados tres puntos.
El dictamen cierra un polémico caso y más de un mes de suspense sobre la participación portuguesa en la competición continental y los elevados contratos de publicidad y patrocinio vinculados a ella. Para Benfica y Vitoria de Guimaraes la decisión supone un jarro de agua fría y el fin de sus esperanzas de ingresar algún dinero extra para la próxima temporada.
El escándalo de soborno de árbitros conocido como "silbato dorado" y sus ramificaciones en el llamado "silbato final" sigue todavía en los tribunales lusos aunque ha dado lugar ya a diversas sanciones de la liga portuguesa de fútbol a equipos de la primera división.
El presidente del Oporto, Nuno Pinto da Costa, fue condenado el pasado 9 de mayo a dos años de inhabilitación, mientras su club recibió una sanción de 150.000 euros y la pérdida de los seis puntos, aunque esto no impidió que se hiciese con su tercer campeonato nacional consecutivo. Además otro club de Oporto, el Boavista, fue condenado al descenso a segunda división mientras al Unión de Leiría le fueron retirados tres puntos.