L D (EFE) El estadounidense Lance Armstrong, ganador de las últimas cinco ediciones del Tour, y el alemán Jan Ulrich, segundo en el último, estarán presentes en la ceremonia de presentación, habitual lugar de cita de la flor y la nata del deporte de las dos ruedas.
El director de la carrera, Jean-Marie Leblanc, volverá a ser el maestro de ceremonias del aldabonazo de salida del Tour, antes de que el próximo viernes se traslade a Oviedo para recoger el premio Príncipe de Asturias del Deporte con el que fue distinguido con motivo del centenario de la prueba.
Como cada año, los responsables de la carrera se obstinan en mantener en secreto las carreteras por las que circulará el Tour, pero constantemente las filtraciones acuden a la cita y arruinan en parte el espectáculo a Leblanc. De la edición de 2004 se sabe que saldrá de Lieja, algo que la organización no ha ocultado, pero también que pasará a territorio francés en la tercera etapa, antes de dirigirse hacia el oeste y, tras bordear el litoral atlántico afrontar los Pirineos.
Las localidades belgas de Charleroi y Waterloo serán puntos de salida de la segunda y tercera etapa, que terminará en Wasquehal, ya en territorio galo. Al día siguiente se disputará la contrarreloj por equipos, entre Arras y Cambral. Posteriormente, los ciclistas se dirigirán hacia el oeste de Francia, con llegadas en Le Havre, Caen, Saint Brieuc y Quimper. El noveno día el pelotón tendrá derecho a la primera jornada de reposo que aprovecharán para trasladarse a Limoges, en el centro del país.
Posteriormente tendrá lugar la primera contrarreloj individual entre Saint-Leonard-de-Noblat, tierra de Raymond Poulidor, y Gueret, antes de que el pelotón ponga rumbo a los Pirineos que, en base a la norma de alternancia, se afrontarán antes que los Alpes. Dos etapas de alta montaña, una de ellas posiblemente con meta en el Hautacam, compondrán el recorrido pirenaico, en el que los ciclistas pasarán por Andorra y ascenderán entre otros el mítico Mont Ventoux antes de afrontar las dificultades alpinas.
Dos llegadas en alto, posiblemente en Deux Alpes y en Courchevel, serán el plato fuerte de los Alpes, que incluyen un paso por territorio italiano y, probablemente, un ascenso a Sestrieres. Los ciclistas pondrán rumbo al norte para dar por finalizado el Tour. Antes, una última cita contra el crono entorno a Dijon, al este del país, terminará por perfilar la clasificación general. La última etapa, con inicio en Melun, será el tradicional paseo del maillot amarillo con final en los Campos Elíseos.
El director de la carrera, Jean-Marie Leblanc, volverá a ser el maestro de ceremonias del aldabonazo de salida del Tour, antes de que el próximo viernes se traslade a Oviedo para recoger el premio Príncipe de Asturias del Deporte con el que fue distinguido con motivo del centenario de la prueba.
Como cada año, los responsables de la carrera se obstinan en mantener en secreto las carreteras por las que circulará el Tour, pero constantemente las filtraciones acuden a la cita y arruinan en parte el espectáculo a Leblanc. De la edición de 2004 se sabe que saldrá de Lieja, algo que la organización no ha ocultado, pero también que pasará a territorio francés en la tercera etapa, antes de dirigirse hacia el oeste y, tras bordear el litoral atlántico afrontar los Pirineos.
Las localidades belgas de Charleroi y Waterloo serán puntos de salida de la segunda y tercera etapa, que terminará en Wasquehal, ya en territorio galo. Al día siguiente se disputará la contrarreloj por equipos, entre Arras y Cambral. Posteriormente, los ciclistas se dirigirán hacia el oeste de Francia, con llegadas en Le Havre, Caen, Saint Brieuc y Quimper. El noveno día el pelotón tendrá derecho a la primera jornada de reposo que aprovecharán para trasladarse a Limoges, en el centro del país.
Posteriormente tendrá lugar la primera contrarreloj individual entre Saint-Leonard-de-Noblat, tierra de Raymond Poulidor, y Gueret, antes de que el pelotón ponga rumbo a los Pirineos que, en base a la norma de alternancia, se afrontarán antes que los Alpes. Dos etapas de alta montaña, una de ellas posiblemente con meta en el Hautacam, compondrán el recorrido pirenaico, en el que los ciclistas pasarán por Andorra y ascenderán entre otros el mítico Mont Ventoux antes de afrontar las dificultades alpinas.
Dos llegadas en alto, posiblemente en Deux Alpes y en Courchevel, serán el plato fuerte de los Alpes, que incluyen un paso por territorio italiano y, probablemente, un ascenso a Sestrieres. Los ciclistas pondrán rumbo al norte para dar por finalizado el Tour. Antes, una última cita contra el crono entorno a Dijon, al este del país, terminará por perfilar la clasificación general. La última etapa, con inicio en Melun, será el tradicional paseo del maillot amarillo con final en los Campos Elíseos.