(Libertad Digital) El partido tuvo un comienzo tan frenético como sorprendente, pues sólo habían pasado 43 segundos cuando llegó el gol de Forlán. El uruguayo recogió un rechace de Toldo, tras disparo de un José Mari que robó la cartera a Samuel y Córdoba, para poner el 0-1 en el marcador. Pero sólo un minuto después el Inter pudo empatar. Fue en un peligroso centro-chut de Recoba, algo escorado a la derecha, que se envenenó y que Javi Venta tuvo que sacar bajo la misma raya de gol. Pintaban oros para el Villarreal en San Siro, pero la alegría duró poco en la casa del "pobre". Y es que a los seis minutos llegaría el tanto del empate. Stankovic, que cubría la banda derecha del lesionado Figo, metió un centro, Peña falló en el despeje y Adriano, que no marcaba en la Champions desde el pasado 6 de diciembre en Glasgow, aprovechaba el regalo para batir a Viera.
Pasados unos minutos de agobio, el submarino amarillo empezó a tocar más el balón y, con un Riquelme más activo, se hizo dueño de la pelota. Esto permitió al conjunto español, serio y bien plantado en el césped, marcar el ritmo que mejor le conviene. Eran minutos en los que Román recibía y tocaba sin que su marcador, Cambiasso, pudiera frenarle. Antes de cumplirse la media hora, Roberto Mancini tuvo que quitar a Recoba, por unas molestias en el muslo izquierdo tras un choque anterior con Peña, y poner en liza a Oba Martins. Pero el Inter no construía, pues Verón apenas aparecía y Cambiasso estaba demasiado volcado en su misión de frenar a Riquelme.
Tuvo que ser Javier Zanetti quien, a base de garra y con veloces galopadas, hiciera despertar a los italianos. Ello bastó para nivelar la contienda e, incluso, en los últimos minutos del primer tiempo ver un cierto agobio para la meta del Villarreal, que pudo encajar el segundo tanto en un remate de cabeza de Adriano que se marchó fuera por poco. Tres minutos después, el brasileño volvió a meter el miedo en el cuerpo a los amarillos en un saque de falta que también salió desviado.
Todo cambió tras el paso por vestuarios: el Inter salió con rabia, con un Verón más protagonista, y nuevamente fue por la banda derecha por donde llegaron los males para el Villarreal. Ahí inició Stankovic una gran jugada que, tras un centro-chut, permitió a Martins tocar el balón en el segundo palo de tacón y anotar el 2-1 (m.53). El Villarreal sufría y Manual Pellegrini intentó darle respiro reforzando la contención con la entrada de Quique Álvarez por Arzo. Pero el mayor oxígeno estuvo a punto de aportarlo Riquelme (m.62) con un saque directo de falta que se estrelló en la cruceta de la portería de Toldo. Fue la acción que volvía a igualar las fuerzas. Sólo cinco minutos después, el propio '10' del Villarreal gozaría de nuevo de otra gran ocasión para firmar las tablas en el marcador, pero su disparo se perdió fuera por poco con otra vez Toldo ya batido.
La respuesta de Mancini fue meter a Materazzi y quitar a un desaparecido César, con lo que el Inter pasaba a jugar con tres centrales. El Villarreal no sólo no perdió la compostura ni su orden, sino que incluso pudo recriminar al colegiado dos caídas dentro del área, una de Sorín por un más que dudoso empujón de Córdoba y otra, ya en el tiempo de descuento, de Guille Franco por un derribo de Materazzi que el árbitro Alain Sars. El submarino amarillo terminaba sucumbiendo en San Siro y pierde su condición de imbatible en la Liga de Campeones pero se lleva un resultado que le permite soñar con la remontada y lograr la clasificación para semifinales.
Todo cambió tras el paso por vestuarios: el Inter salió con rabia, con un Verón más protagonista, y nuevamente fue por la banda derecha por donde llegaron los males para el Villarreal. Ahí inició Stankovic una gran jugada que, tras un centro-chut, permitió a Martins tocar el balón en el segundo palo de tacón y anotar el 2-1 (m.53). El Villarreal sufría y Manual Pellegrini intentó darle respiro reforzando la contención con la entrada de Quique Álvarez por Arzo. Pero el mayor oxígeno estuvo a punto de aportarlo Riquelme (m.62) con un saque directo de falta que se estrelló en la cruceta de la portería de Toldo. Fue la acción que volvía a igualar las fuerzas. Sólo cinco minutos después, el propio '10' del Villarreal gozaría de nuevo de otra gran ocasión para firmar las tablas en el marcador, pero su disparo se perdió fuera por poco con otra vez Toldo ya batido.
La respuesta de Mancini fue meter a Materazzi y quitar a un desaparecido César, con lo que el Inter pasaba a jugar con tres centrales. El Villarreal no sólo no perdió la compostura ni su orden, sino que incluso pudo recriminar al colegiado dos caídas dentro del área, una de Sorín por un más que dudoso empujón de Córdoba y otra, ya en el tiempo de descuento, de Guille Franco por un derribo de Materazzi que el árbitro Alain Sars. El submarino amarillo terminaba sucumbiendo en San Siro y pierde su condición de imbatible en la Liga de Campeones pero se lleva un resultado que le permite soñar con la remontada y lograr la clasificación para semifinales.
Ficha técnica del partido
Villarreal, 1: Viera; Javi Venta, Gonzalo, Peña, Sorín; Senna, Arzo (Quique Álvarez, m.59); Riquelme, Calleja (Cazorla, m.85); José Mari (Guille Franco, m.76) y Forlán
Goles: 0-1, m.1: Forlán; 1-1, m.6: Adriano; 2-1, m.53: Martins
Árbitro: Alain Sars (Francia). Mostró tarjeta amarilla a Recoba (m.26), Samuel (m.61) y Verón (m.90), por parte del Inter de Milán; y a Senna (m.33) y Sorín (m.34), por el Villarreal
Incidencias: Partido de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio de San Siro ante unos 55.000 espectadores, entre ellos 1.300 seguidores del Villarreal