L D (EFE) Ferrari ha iniciado su acción judicial contra el ingeniero y su mujer, Trudy Coughlan, quienes presuntamente se hicieron con un documento de 780 páginas que fotocopiaron en una tienda cerca de Woking, donde se encuentra la sede de la escudería británica.
La prensa inglesa contaba este martes el hecho de que fue un empleado de la tienda de fotocopias quien dio el "soplo" a Ferrari cuando comprobó que los documentos eran confidenciales, según ha confirmado el abogado de Ferrari. Dicha advertencia acabó con la suspensión de empleo a Coughlan y el despido de Nigel Stepney, jefe de desarrollo de la escuadra de Maranello. De hecho, existen sospechas de que Stepney pasó la información secreta a Coughlan, una acusación que el ex mecánico de Ferrari ha negado rotundamente.
La vista que iba a tener lugar en el Tribunal Superior ha sido cancelada gracias a que Coughlan haya accedido a proporcionar una declaración jurada que responda a las preguntas de Ferrari. Sin embargo, la marca del 'Cavallino Rampante' insiste en que la acción judicial aún sigue su curso. El caso de Ferrari contra ambos técnicos ha sido también presentado en el Tribunal de Módena (Italia).