(Libertad Digital) El Sevilla atraviesa, sin duda alguna, por el mejor momento de la temporada, lo que lo demuestra sus tres victorias consecutivas en las últimas jornadas de Liga -Real Sociedad, Getafe y Málaga- y también el triunfo ante el Schalke 04 alemán en las semifinales de la Copa de la UEFA. Pese a lo apretado del calendario y la trascendencia de los partidos, el técnico manchego ha sabido rotar muy bien a su plantilla y a este choque de Holanda llega con todos sus jugadores disponibles, una vez recuperados de lesiones y al no tener ningún sancionado.
La recuperación del delantero malí Frederic Kanouté, que jugó algunos minutos el pasado sábado en Málaga, podría devolverle la titularidad en detrimento del brasileño Luis Fabiano, mientras que otra duda que existe es saber si Juande contará en el puesto de interior izquierdo con el canterano Antonio Puerta -autor del gol que metió al Sevilla en esta final- o con el brasileño Adriano. Independientemente de ello, tanto el cuerpo técnico como los jugadores y dirigentes se han mostrado muy cautos y han querido apartarse de la euforia que viven los seguidores sevillistas, quienes no recuerdan una cita como ésta en las últimas cuatro décadas llenas de más sinsabores que de buenos momentos.
El discurso sevillista es el de que no hay favoritos y el de que en una final europea los equipos que llegan siempre lo han hecho por sus grandes virtudes, aunque los aproximadamente doce mil afortunados seguidores del conjunto andaluz que han logrado sus entradas intentarán que el trofeo viaje para España desde el Philips PSV Stadion.
Algo parecido sucede en el club inglés, donde la ilusión también es desbordante en la ciudad y en los aficionados en este estreno como finalista de una competición europea. El camino que ha tenido que recorrer el conjunto que entrena Steve McClaren ha sido complicado, ya que ha superado, entre otros, a rivales históricos en el fútbol europeo como el Sttutgart alemán, la Roma o el Steaua de Bucarest. McClaren, técnico de moda en Inglaterra al haber sido designado en los pasados días seleccionador nacional una vez que concluya el próximo Mundial de Alemania, confía en despedirse del Boro de la mejor manera, con el título de campeón de la UEFA, y más después de una Liga doméstica en la que ha coqueteado con el descenso.
El entrenador inglés, una vez asegurada la permanencia, ha dispuesto en las últimas jornadas de los habituales suplentes para así tener a su once de gala en las mejores condiciones de medirse al Sevilla. No estará en el partido el bilbaíno Gaizka Mendieta, lesionado, pero sí otros futbolistas que han pasado por equipos españoles, como el delantero holandés Jimmy Hasselbaink (Atlético de Madrid) o el centrocampista brasileño Fabio Rochemback (Barcelona). Una de las grandes novedades podría ser la presencia del portero internacional australiano Mark Schwarzer, quien ha estado ausente las últimas semanas tras una fractura en la cara y que podría jugar con una máscara protectora.
Alineaciones probables La recuperación del delantero malí Frederic Kanouté, que jugó algunos minutos el pasado sábado en Málaga, podría devolverle la titularidad en detrimento del brasileño Luis Fabiano, mientras que otra duda que existe es saber si Juande contará en el puesto de interior izquierdo con el canterano Antonio Puerta -autor del gol que metió al Sevilla en esta final- o con el brasileño Adriano. Independientemente de ello, tanto el cuerpo técnico como los jugadores y dirigentes se han mostrado muy cautos y han querido apartarse de la euforia que viven los seguidores sevillistas, quienes no recuerdan una cita como ésta en las últimas cuatro décadas llenas de más sinsabores que de buenos momentos.
El discurso sevillista es el de que no hay favoritos y el de que en una final europea los equipos que llegan siempre lo han hecho por sus grandes virtudes, aunque los aproximadamente doce mil afortunados seguidores del conjunto andaluz que han logrado sus entradas intentarán que el trofeo viaje para España desde el Philips PSV Stadion.
Algo parecido sucede en el club inglés, donde la ilusión también es desbordante en la ciudad y en los aficionados en este estreno como finalista de una competición europea. El camino que ha tenido que recorrer el conjunto que entrena Steve McClaren ha sido complicado, ya que ha superado, entre otros, a rivales históricos en el fútbol europeo como el Sttutgart alemán, la Roma o el Steaua de Bucarest. McClaren, técnico de moda en Inglaterra al haber sido designado en los pasados días seleccionador nacional una vez que concluya el próximo Mundial de Alemania, confía en despedirse del Boro de la mejor manera, con el título de campeón de la UEFA, y más después de una Liga doméstica en la que ha coqueteado con el descenso.
El entrenador inglés, una vez asegurada la permanencia, ha dispuesto en las últimas jornadas de los habituales suplentes para así tener a su once de gala en las mejores condiciones de medirse al Sevilla. No estará en el partido el bilbaíno Gaizka Mendieta, lesionado, pero sí otros futbolistas que han pasado por equipos españoles, como el delantero holandés Jimmy Hasselbaink (Atlético de Madrid) o el centrocampista brasileño Fabio Rochemback (Barcelona). Una de las grandes novedades podría ser la presencia del portero internacional australiano Mark Schwarzer, quien ha estado ausente las últimas semanas tras una fractura en la cara y que podría jugar con una máscara protectora.
FC Middlesbrough: Schwarzer; Riggott, Southgate, Queudrue, Parnaby; Rochemback, Boateng, Downing, Taylor; Hasselbaink y Viduka
Sevilla FC: Palop; Daniel Alves, Javi Navarro, Escudé, David Castedo; Jesús Navas, Martí, Maresca, Adriano; Saviola y Kanouté
Árbitro: Herbert Fandel (Alemania)
Estadio: Philips Stadion de Eindhoven. 20.45 horas (TVE 1)