El Sao Paulo se alía con la fortuna para vencer al Liverpool en la final del Mundial de Clubes y conquistar la triple corona (1-0)

L D (EFE) Esta vez el Liverpool se ha quedado sin poder firmar la habitual remontada épica que acostumbra a celebrar su hinchada. El campeón de Europa murió con las botas puestas después de que el árbitro le anulara tres goles -uno de ellos fuertemente cuestionado-, y tras golpear varias veces el larguero paulista y bombardear a su rival con una veintena de saques de esquina. Rafa Benítez sorprendió con un once titular con numerosos cambios con respecto al partido de semifinales. Dejó en el banquillo a Crouch y Cissé, que tan buenos resultados le dieron ante el Deportivo Saprissa de Costa Rica, y en su lugar introdujo a Fernando Morientes y Luis García. También prescindió de Riise y Traoré, para que jugaran a cambio Kewell y Finnan.

El Liverpool estuvo a punto de repetir la historia de su partido de semifinales y marcar a las primeras de cambio, pero el fuerte cabezazo de Morientes a centro de Gerrard se fue fuera. El conjunto inglés dominó desde el pitido inicial con constantes centros buscando al ex delantero del Real Madrid, que lograron poner en aprietos a la zaga paulista. La escuadra brasileña en cambio permanecía agazapada, esperando su oportunidad para comenzar a desplegar su juego, que llegó recién cumplido el primer cuarto de hora de juego. Reina se vio obligado a salir de puños primero y poco después a parar un flojo disparo de Amoroso.

El Liverpool cedió entonces unos metros en el centro del campo y los jugadores brasileños se mostraron letales. A punto de cumplirse la media hora de juego, Mineiro recibió un pase en profundidad de Aloisio y terminó con la imbatibilidad de Reina, que había mantenido a cero la portería los últimos once partidos, un récord histórico en el club inglés. Ahí se acabó la labor de los delanteros paulistas, para a partir de ese momento reforzar la línea de contención y colaborar con la defensa. La respuesta del Liverpool no se hizo esperar. Un minuto después de recibir el gol, Luis García estrelló el balón en el larguero al rematar de cabeza un centro de Xabi Alonso, al saque de un córner.

Con las acometidas británicas se llegó al descanso. En la reanudación, el Liverpool volvió a cercar el área del Sao Paulo, cuyos futbolistas no dispararon ni una sola vez sobre Pepe Reina. El guardameta español se limitó a asistir desde su portería a la exhibición de su par. A los seis minutos, Rogerio Ceni dejó una parada para los anales de la historia del torneo. Con una espectacular estirada, el portero-goleador brasileño despejó a la altura de escuadra un impecable lanzamiento de falta de Steven Gerrard. Instantes después, Ceni volvió a lucirse al atajar un centro del Kewell y, al despejar, el balón golpeó el travesaño ante la desesperación de la numerosa afición del Liverpool desplazada a Yokohama.

A continuación comenzó la polémica, puesto que el banquillo británico pidió la roja para Lugano, por derribar a Gerrard cuando éste se marchaba sólo en un contraataque por la banda derecha. El colegiado se limitó a mostrar la amarilla. Ceni volvió a surgir cumplido el primer cuarto de hora de la segunda mitad para realizar otra bonita parada a un disparo a la media vuelta de Luis García. En el apartado de los goles anulados, los dos primeros a Luis García y Hyppia no fueron apenas protestados, pero el tercero a falta de dos minutos para el final encolerizó a todo el equipo. El francés Sinama Pongolle, que entró por Sissoko, marcó con el defensa encima pero el linier levantó el banderín, aparentemente señalando un fuera de juego del gigante Crouch, el sustituto de Morientes. El Liverpool lo intentó hasta el pitido final pero acabó sometido por la fortaleza de la defensa paulista.