El Rey da el cañonazo de salida a la Volvo Ocean Race, que dará la vuelta al mundo en siete meses

L D (EFE) Miles de embarcaciones de todo tipo y cerca de un millón de personas situadas a lo largo de toda la ría, despidieron a los siete veleros, que demostraron sus ansias de competición, tras muchos meses de preparación, desde el mismo momento de la salida y pese a que por delante les quedaban 6.400 millas por recorrer solo en esta primera etapa.

El rey Juan Carlos, a bordo de la goleta sueca "Gotemborg" fue el encargado de dar el cañonazo de salida a las dos en punto de la tarde, a esta edición de la Volvo Ocean Race y a partir de ese instante afloraron los instintos competitivos de los regatistas y patrones, que se afanaron en lograr la victoria, más moral que otra cosa, en el inicio de la prueba. Fue el estadounidense "Pirates of the Caribbean" el primero en cruzar la línea de salida, seguido por un estrecho margen por "Ericsson" y "MoviStar", mientras que los dos holandeses "ABN-Amro 1 y 2", el brasileño "Brasil 1" y el australiano "Premier Challenge", rebautizado tras recibir el apoyo de un nuevo patrocinador como "Sunenergy and Friends", lo hacían a continuación.

Tras la salida los veleros remontaron la ría hacia Punta La Guía con rumbo nordeste. Pese a que no se jugaban nada en este duelo, todos quisieron demostrar sus habilidades y como si fuera una repetición de la primera regata en puerto realizada la pasada semana en Sanxenxo, se enzarzaron en un emocionante duelo por alcanzar la baliza de obligado paso en primer lugar. Así, suecos, españoles y estadounidenses eligieron un rumbo norte para sacar el mayor provecho del escaso viento, de alrededor de 8 nudos que roló a oeste, lo que los obligó a realizar varios cruces, mientras que los brasileños, con el gallego Chumy Bermúdez dirigiendo las operaciones, se decidieron por otro rumbo más al sur.

Tras una dura pugna fue el "Ericsson", seguido por el "MoviStar", los primeros en doblar la baliza de A Guía e iniciar el descenso de la ría con rumbo suroeste, para pasar de nuevo por delante del "Gotemborg" y buscar por fin mar abierto. Fue en ese momento cuando el viento y la lluvia se decidió a hacer su aparición de forma intensa, por lo que los veleros iniciaron un descenso vertiginoso de la ría con velocidades de hasta 15 nudos, primero solos y luego, tras pasar por lo que había sido la línea de salida, acompañados por cientos de embarcaciones que no quisieron dejar pasar la ocasión de mostrar su apoyo a los siete aventureros antes de iniciar su solitario largo camino hacia Sudáfrica.

El orden de los veleros en volver a cruzar la línea de salida no cambió sustancialmente. "Ericsson", "MoviStar" y "Pirates of the Caribbean" marcharon en primer lugar, mientras que algo por detrás se situaron brasileños, holandeses y australianos. Monte Ferro fue el lugar elegido para colocar la última boya que enmarcó el recorrido de salida, a partir de ahí rumbo abierto hacia aguas libres, el medio natural de estas máquinas de navegar y de estos regatistas sin miedo.