L D (EFE) Al conjunto madrileño sólo le apeaba del liderato una hecatombe, porque los dragoes tenían que vencer por tres goles o por dos siempre que fuera un marcador superior al 1-3 de Das Antas. Queiroz concedió descanso de salida a Casillas, Beckham, Helguera y Raúl, y dio entrada a César, al joven Borja, que hizo pareja en la medular con Cambiasso, y a Solari. Tras el intermedio se quedaron en la caseta Figo y Ronaldo. Solari, como suele ser habitual, destaca cada vez que goza de una oportunidad. Y el argentino volvió a ser de lo más interesante de un Real Madrid que jugó al paso, sin apenas tensión. Recibió el balón de Luis Figo y batió a Vitor Baia con un disparo raso cruzado.
El 1-0 adormeció aún más al Madrid. En una noche gélida, lluviosa, más propicia para estar en casa bajo una manta, los más de 40.000 aficionados que acudieron al Bernabéu fueron unos valientes. Los de Queiroz se limitaron a ensayar rondos y a esperar a que llegara alguna que otra ocasión, mientras los oportistas, con la calidad de Deco y el trabajo en punta de Jankauskas y Derlei, intentaban evitar la derrota. Sin hacer mucho, aunque algo más que un Real Madrid en el que Zidane y Ronaldo apenas aparecieron, el Oporto alcanzó las tablas antes del descanso, al penalizar como penalti el colegiado una acción de Míchel Salgado sobre Deco, en una jugada absurda porque el lateral madridista intentaba sacar el balón y el luso-brasileño se iba hacia fuera del área. Derlei no malogró la pena máxima y el Oporto firmó la justa igualada.
La segunda mitad, como no podía ser de otra manera, fue para el olvido. Fue un y venir insulso, con poco sentido y escaso interés. Los lusos, de nuevo, quisieron más ante el Real Madrid de los pavones con la entrada de Portillo y Miñambres. Entre los galácticos sólo quedaron Roberto Carlos y Zidane en el campo, pero no era el partido para el francés ni este debía forzar a la espera del Deportivo el domingo y a la vista de que el liderato estaba asegurado. El galo pudo devolver el mando al Real Madrid en un lanzamiento de falta que despejó Vitor Baia, quien, en el córner siguiente, evitó el gol de Paco Pavón, que a su vez reclamó que le habían sujetado. La parroquia de Chamartín sufrió en los últimos compases cuando Derlei aprovechó otro error de Míchel Salgado para quedarse solo ante César, pero el brasileño, inexplicablemente, mando el esférico muy desviado.
Ficha técnica del partido
Oporto, 1: Baia; Ferreira, Carvalho, Pedro Emanuel, Ricardo Costa; Alenitchev (Bosingwa, m.81), Costinha, Deco, Pedro Mendes; Jankauskas (Hugo Almeida, m.74) y Derlei (Bruno Moraes, m.93)
Goles: 1-0, m.9: Solari. 1-1, m.35: Derlei, de penalti
Árbitro: Stephen Graham Bennett (Inglaterra). Amonestó a Costinha (m.26)
Incidencias: Partido de la sexta jornada del grupo F de la primera fase de la Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 45.000 espectadores. Llovió de forma insistente antes y durante el encuentro, lo que dejó el terreno de juego en difíciles condiciones, aunque el campo no se encharcó. A los 56 minutos un espontáneo saltó al campo y se esposó en el poste derecho de la portería de César. Fue retirado inmediatamente