(Libertad Digital) En torno a las 23.30 horas, cuando parecía que la caravana del Tour llegaba a la calma tras una jornada de tempestad, saltaba la gran noticia: Michael Rasmussen no tomará la salida este jueves en la decimoséptima etapa. Una información que era adelantada por la televisión pública gala France 3 y confirmada, minutos después, por el Rabobank. La formación holandesa pedía a su ciclista que abandonase la carrera por incumplir las reglas de régimen interno, y el danés aceptó sin poner objeciones.
Rasmussen, ganador de dos etapas en la presente edición de la 'Grande Boucle' -la última, este mismo miércoles en la cima del Aubisque-, ya era sospechoso de dopaje desde el pasado día 19, cuando se conoció que era excluido de la selección de su país para los Mundiales de fondo en carretera, que se disputarán en la localidad alemana de Stuttgart del 25 al 30 de septiembre, y para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 al no presentarse a dos controles.
Pese a la sombra de dopaje que planeaba sobre él, la organización del Tour le permitía seguir en carrera. El director de la prueba, Christian Prudhomme, dio el pasado viernes su voto de confianza al corredor del Rabobank y, de paso, criticó el hecho de la Federación Danesa de Ciclismo le excluyera tanto de los Mundiales como de los JJOO de Pekín. "¿Por qué la Federación danesa ha esperado al Tour de Francia para anunciar algo que sabía desde finales de junio?", se preguntaba entonces Prudhomme. Horas después, la Unión Ciclista Internacional (UCI) anunciaba que no abriría un procedimiento disciplinario al corredor.
Pero ahora Rasmussen ha sido excluido por su propio equipo, con lo que ya no podrá ganar un Tour que ha tenido en la palma de su mano desde el pasado día 15 tras imponerse en la octava etapa, de 165 kilómetros entre Le Grand Bornard y Tignes. Su abandono, obligado, deja ahora con el maillot amarillo al madrileño Contador, hasta ahora segundo en la general a 3:10 del líder. Una ansiada prenda que defenderá a partir de este jueves en la decimoséptima etapa, entre Pau y Castelsarrasin de 188 kilómetros. Su más inmediato rival en la general es el australiano Cadel Evans (Predictor-Lotto), a 1:53 minutos.
Ironías del destino. El ciclista de Pinto decía hace unas horas que había "perdido el Tour" tras la exhibición del 'pollo' Rasmussen en el Aubisque, pero ahora puede ganarlo gracias a la colaboración del Rabobank, un equipo que no quiere dejar pasar ni una, ni tampoco seguir los pasos del Astana y el Cofidis, que recientemente han abandonado la carrera tras los positivos del kazako Alexandre Vinokourov y del italiano Cristian Moreni, respectivamente.