Carles Torras, que figura al parecer como autor de La leyenda negra de la gloria blanca, el reportaje que amenaza con emitir esta noche TV3, le dijo ayer a mi compañera Danae Boronat que él se hacía responsable de su contenido pero no del tráiler que estaba emitiendo la televisión pública catalana. Reniega Torras del minuto y medio que ha podido verse como aperitivo y, al diferenciar claramente entre lo que él ha dirigido y lo que hasta ahora ha salido al aire, reconoce implícitamente que hubo manipulación. Surgen, pues, las primeras disensiones en el bloque nacionalista de la tele, y justo además en la semana en la que Esquerra ha mandado a esparragar a Artur Mas: los independentistas ponen un circo y les crecen los enanos.

Claro que Torras no podía negar lo evidente: tanto Ignacio Zoco como Miguel Ors, emblemas del fútbol y del periodismo deportivo respectivamente y cuya palabra sí que va a misa, se han sentido utilizados y han visto cómo se manipulaban sus palabras con lo que en el argot se conoce como un "corta y pega". Nosotros lo hicimos anoche en La Goleada a modo de broma y a propósito del avance de otro documental que llamamos La leyenda negra del Barça en democracia. Es fácil manipular, muy sencillo, pero la mentira tiene las patas muy cortas. Torras distingue entre el contenido íntegro del documental, que pretende hacernos creer que le ha costado años de esfuerzo e investigación, y lo que lleva emitiendo desde el lunes TV3. Yo no, yo no distingo entre uno y otro.

Pero, mientras tanto, el daño ya está hecho, la publicidad gratuita ya está hecha para el señor Torras y TV3 tiene lo que quería, una cortina de humo con la cual intentar distraer la atención del escándalo continuo en el que vive el oásis catalán. En cuanto al contenido de La leyenda negra no pienso decir nada más salvo que hace tiempo que quedó desacreditado con hechos, datos y números que los éxitos del Real Madrid tuvieran relación alguna con la dictadura. Ahí están, al alcance de cualquiera, el palmarés merengue y culé durante esos años que lo desmienten mejor que cualquier otra opinión. Ya no serán únicamente los abogados del Real Madrid los que estén esta noche atentos a sus pantallas sino también los de Zoco y Ors. Y si a José María García no le pudiera su odio africano hacia Florentino Pérez también debería apartarse. Porque habrá lío.