La marioneta (Javier Ares dixit), que no hace ni siquiera un año que cogió el equipo, lleva sin perder un partido desde abril, ya va para nueve meses, está líder de la Liga, ha ganado la Champions League y la Supercopa de Europa y lo más normal es que dentro de unos días gane el Mundial de clubes. No está mal para alguien cuyos hilos maneja desde la sombra Florentino Pérez, quien por cierto maneja todos y cada uno de los hilos posibles y desde todas las sombras que nos acechan. Si, tal y como aseguró en su día el periodista deportivo, Zidane no es más que la prolongación en el banquillo del malévolo presidente del Real Madrid, habrá que concluir que, además de ser un director deportivo extraordinario, Pérez es un técnico sensacional, al nivel de los mejores.

Ahora en serio: como no hay modo humano de sustraerse a los éxitos de Zidane (ya llegarán los fracasos, ya, un poquito de paciencia), y como la realidad vuelve a dar la espalda, una vez más, a los negros nubarrones que algunos extendieron sobre la auténtica capacidad del francés para pilotar la nave merengue, hay que buscarle tres pies al gato. La flor, o sea la suerte, también conocida como baraka, ha sido hasta ahora el más recurrente. Pero, después de la lección táctica que Zizou le dio a Simeone (el rey de los tácticos) este sábado como fin de fiesta en el Calderón, he oído y he leído algunos de los comentarios más surrealistas de los últimos tiempos. Por ejemplo, he oído que a Zidane le vino bien la lesión de Benzema porque así pudo jugar como en realidad él no quiso jugar nunca, o sea con un 4-4-2 con Lucas Vázquez. ¿No es fantástico?

A propósito del extraordinario rendimiento de la "segunda unidad" de la plantilla del Madrid acabo de leer que Zidane... ¡tiene que estarle agradecido a Julen Lopetegui!... Según parece ha sido el nuevo seleccionador nacional, y no el entrenador del Real que trabaja con ellos a diario, quien, con sus convocatorias cada dos meses, ha enchufado a los Isco, Lucas Vázquez o Nacho. Resumiendo: los éxitos Zidane o bien se deben a Florentino Pérez, que es el que le indica qué hay que hacer en cada momento, o bien se deben a las lesiones de sus propios jugadores, que le vienen muy bien, o bien se deben a Lopetegui, que mantiene frescos como lechugas a los futbolistas que no juegan. Zinedine Zidane sólo pasaba por allí y, para evitar los líos, no se mete en nada que tenga que ver con el fútbol. ¿Tan difícil es decir que el Madrid acertó con Zizou y que éste sabe mucho de fútbol?... Nos esperan meses gloriosos.