La alineación con la que ha entrenado hoy Luis Aragonés constituye una auténtica declaración de intenciones. Salvo sorpresa morrocotuda, contra Francia jugará este martes el mismo equipo que lo hizo contra Túnez en la segunda parte, con Cesc sustituyendo a Senna y Raúl entrando por Luis García.
Eso quiere decir que Luis no le tiene ningún miedo a Francia, y también que, en caso de tenérselo, el seleccionador nacional no lo demuestra y prefiere morir matando, cumpliendo el ideario hasta las últimas consecuencias. Luego, naturalmente, tendremos que verificar cómo jugamos nosotros y cómo lo hace Francia, pero estoy seguro de que este es el típico partido de fútbol que los antecesores de Luis habrían planteado con España replegadita atrás y saliendo rápidamente al contragolpe.
Nunca nos fue bien bailando agarrados, para qué nos vamos a engañar; igual resulta que soltándonos un poquito la melena funciona mejor la cosa.
Antes de hacerlo en la rueda de prensa del sábado, la del "tranquilo Rey", Luis insistió en El Tirachinas del viernes por la noche en que ahora empezaba el auténtico Mundial. Y es cierto. Si en octavos de final te dan un mal golpe corres el serio riesgo de ver doble y no poder levantarte más de la lona. Méjico, por ejemplo, estuvo a punto de noquear a Argentina, una de las grandes favoritas al título. Y los sudamericanos, que salvaron con sangre, sudor y lágrimas el asalto de los chicos de Lavolpe, se verán ahora las caras con Alemania en los cuartos de final.
Empieza el verdadero Mundial, y empieza también la "limpia" en el Centro Internacional de Prensa de Munich. Esto se ha convertido en una auténtica guerra de guerrillas y, como diría mi admirado Pedro Pablo Parrado, todos vamos ya con el cuchillo entre los dientes.
¿Estará tratando Luis de manipular a Raúl?... ¿O habrán sido los "trabajadores de la mente" que se ha llevado hasta Kamen quienes le hayan aconsejado cómo conducir al capitán del Madrid?... En la televisión de Francia no hacen otra cosa que repetir machaconamente el gol de Platini a Arconada en la final del 84, y también la otra pifia, la del penalti de Raúl en la Eurocopa de 2000.
El 27 de junio Raúl cumplirá 29 años. En Sudáfrica-2010 tendrá 33. Es posible que ya no llegue a ese Mundial. Y, por si fuera poco, este martes volverá a tener enfrente a Fabien Barthez. La apuesta de Luis es arriesgada, parece que quiera saltar la banca. Si España logra la victoria y Raúl tiene una buena actuación, (más aún si marca un "gol de listo") Luis podrá presumir de haber resucitado al capitán del Real Madrid. Los raulistas volveremos a sacar pecho y presumiremos de haberlo anunciado hace tiempo. Si, por el contrario, Francia elimina a España y Raúl pasa inadvertido, Luis será oportunamente fusilado al amanecer y a los raulistas volverán a pasarnos por la quilla. Todo o nada, arriba o abajo, par o impar, ricos o pobres, vivos o muertos. Me gusta el juego, me gusta. Acepto la apuesta de Luis Aragonés. Me lo juego todo al "7", impar y falta.