A mí también me pareció que la llegada de Kaká, por encima incluso de la de Cristiano, iba a suponer una bomba de neutrones en la Liga española. Está claro que si el brasileño hubiera tenido el carácter, que no el fútbol, del portugués, o incluso el del francés Benzema, el público del Bernabéu le habría mandado a escardar cebollinos más pronto que tarde, pero Kaká es un buen chico que sólo tuvo una novia y que no sale de farra por las noches. Lo cierto y verdad es que ha transcurrido un año y medio desde su sonado fichaje y Ricardo Izecson Dos Santos Leite, del que tantísimo se esperaba, ha pasado absolutamente inadvertido. Hasta la fecha, y espero y deseo que eso cambie, su contratación ha generado más o menos el mismo efecto que la de Robert Prosinecki en su día: expectación antes y frustración después.
Y lo peor del caso es que nadie pregunta por Kaká. Ahora, puede que para que sepamos que sigue en activo y que piensa volver, nos cuentan que está a punto. Pero, y siento un montón esto que voy a decir, Kaká, que ni siquiera estaba en condiciones para aguantar el ritmo indolente del Madrid del entrenador del Málaga, no creo que dé la talla física e incluso psíquica que requiere Mourinho de los jugadores que se ponen a su mando. Del sanador merengue me lo creo todo; si ha cumplido su palabra recuperando para la causa a un jugador como Marcelo que parecía destinado a seguir los dubitativos pasos de Robinho, ¿por qué no va a poder hacer lo mismo con Kaká?... Ojalá; de lograrlo, a Mourinho habría que hacerle entrega del Premio Harry Houdini.
El problema, y eso está claro, va a ser para Kaká. El Real Madrid tiene varias soluciones para su posición y Mourinho sólo le alineará si considera que es uno de los once mejores. Pero, a diferencia del de Pellegrini o Schuster, en este equipo aprietan todos los jugadores, desde el primero hasta el último, y tienen claro, porque lo tiene el entrenador, que el bloque está por encima de las individualidades. Mucho tendrán que cambiar las cosas cuando resulta que la temporada pasada Kaká estaba nada más que para 45 minutos y jugando al tran tran. La pregunta es la siguiente: ¿dejarán 65 millones de euros en el banquillo?... Y la respuesta es esta: sí, Mourinho sí. Y que a Florentino Pérez no se le ocurra dar su opinión al respecto porque en ese caso habrá lío y del gordo.