Volveré a repetirlo: Isco me parece un futbolista extraordinario, un jugador sensacional, pero, puesto entre la espada de la titularidad de un jugador y la pared de la independencia de criterio del entrenador de turno, yo siempre elegiré esto último. Me quedaré siempre con la independencia del entrenador porque a cualquier entrenador, y más a uno que ha llegado a dirigir al Real Madrid, y más a uno que acaba de conquistar dos Champions consecutivas, se le supone unos conocimientos de los cuales carecemos el 99% de los aficionados, y ahí incluyo por supuesto al periodismo deportivo. El entrenador tiene más conocimiento y, también, más información puesto que trabaja a diario con sus jugadores, y ninguno de nosotros lo hace. Y luego están las preferencias de cada cual, que son legítimas pero poco relevantes. No importa demasiado lo que piense nadie al respecto, lo que importa de veras es lo que piense quien debe tomar la decisión final de poner un once sobre el campo, y ese, en el caso del Real Madrid, es ahora Zinedine Zidane.
A mí me gusta mucho Benzema pero si no le gustara a Zidane... lo tendría crudo. También me gusta mucho Bale... pero Bale se ha caído del once titular. ¿Es Zidane quien quita a Bale o es Bale quien se quita a sí mismo? Yo creo que, mal que me pese, es esto último. ¿Y cómo es posible que Bale se salga cada vez que juega con Gales y luego no rinda tan espectacularmente con su equipo? Zidane lo explicó ayer al referirse a Isco: "Con la selección juega seis o siete partidos, con nosotros juega sesenta". Rescato por enésima (y última) vez los datos de Sergio Valentín. Hasta febrero, Isco fue titular con el Real Madrid en 24 de los 29 partidos disputados por el equipo blanco, y de los 5 partidos en los que fue suplente 3 fueron de Copa. ¿Por qué se cayó Isco del once titular del equipo a partir de febrero? ¿Se volvió loco Zidane? ¿Le dio un siroco? ¿Optó porque el Madrid ganara sus partidos con más dificultad? Pues nada de eso en realidad: Isco se puso en el once titular hasta febrero e Isco se quitó del once a partir de febrero. Eso y que Lucas y Asensio, para quienes el periodismo también exigía un sitio en el once, echaron la puerta abajo.
Isco jugó muy bien contra Argentina, se salió, lo bordó. Y eso tiene poco que ver, creo yo, con quién ocupe el banquillo como entrenador, con el esquema de juego, con el estilo o con quienes rodeen al futbolista; tiene más que ver con el momento de forma, con ese partido en concreto, con el instante, incluso con las ganas de reivindicarse. Al sugerir el otro día que Lopetegui le entendía y que Zidane le entendía un pelín menos, Isco estaba echando balones fuera porque, insisto, ¿quién jugó como titular la final de Cardiff, Isco o Bale? La opinión publicada aseguró en su inmensa mayoría que Zidane no se atrevería a dejar a Bale fuera de su final, de la final que se jugaba en su ciudad natal, pero Zidane quería ganar aquel partido y lo ganó con Isco, que estaba indiscutiblemente mejor que Bale. Lo que pasa es que ahora Asensio o Lucas están mejor que Isco.
Ojalá juegue Isco hoy y se salga. Ojalá protagonice un partidazo de esos que luego se llevan a enmarcar. No hay nadie, salvo él mismo, más interesado que yo en que eso suceda. Pero tanto si Isco juega bien como si lo hace mal la culpa no será de Zidane sino del propio Isco. Un entrenador no tiene que entender a un futbolista, para eso están los psicólogos y, si es más grave, los psiquiatras; un entrenador tiene que entrenar al futbolista y, si acaso, transmitirle seguridad, y luego si el futbolista se sale del mapa juega y si no lo hace deja de jugar. Después, repito, están los gustos personales de cada cual. Y también están, por supuesto, los intereses particulares de cada uno. No me cabe la menor duda de que el interés de Zidane es que el Real Madrid conquiste La Decimotercera; el interés de aquellos que alimentan el falso debate sobre Isco desconozco cual es.