Salió lo políticamente correcto, lo que todo el mundo esperaba que saliera, lo que todo el mundo sabía que iba a salir desde hacía meses. El gremio del fútbol eligió al mejor jugador del año 2009 y, tal y como anunciaron los corresponsales de France Football, el mejor fue el argentino Lionel Messi. O Joseph Blatter decide adelantarse unos cuantos días a la concesión del Balón de Oro y entrega el Fifa World Player a primeros de noviembre, o esta gala está destinada al más rotundo fracaso. Y, con ella, el premio. De los seleccionadores y capitanes yo esperaba un punto de vista un poquito más profesional y, por qué no decirlo, también un poquito más atrevido. Pero no, al final resultaron ser tan conservadores como los corresponsales de la revista francesa y votaron a Messi e hicieron lo que de ellos se esperaba. El FIFA World Player no hace más grande al jugador sino al revés: el futbolista prestigia en este caso al premio.
Porque, por muy pronto que se levante Blatter y muy tarde que se acueste Platini, el mejor futbolista del año que ahora finaliza, el más determinante, el que consigue que carbure el mejor equipo de 2009 y logra que funcione la mejor selección española de toda la historia, se llama Xavi Hernández. El problemilla que tiene Xavi (bendito problema, por cierto) es que nació en Tarrasa y no en Rosario, y es el sucesor de Guardiola y no el de Maradona. A Xavi le han venido a decir hoy que, salvo que el Barcelona vuelva a ganar los seis títulos de 2010 y España se haga con el Mundial, no habrá tutía y no conseguirá que sus compañeros de profesión le entreguen lo que por derecho le corresponde. Por si todo esto fuera poco, Xavi es un ejemplo tanto dentro como fuera de los terrenos de juego, una imagen que la FIFA tendría que estar vivamente interesada en explotar, más aún en los tiempos que corren.
Por lo demás, Casillas, Iniesta, Torres y el citado Xavi logran colarse en el mejor once del año. Un premio para la Liga española que se ve completado con la inclusión de Alves, Cristiano Ronaldo y, por supuesto, Messi. Seis de los once futbolistas que conforman el mejor equipo titular del momento juegan en nuestro país y cuatro son españoles. La columna vertebral de la selección nacional (la verdad es que echo en falta a Piqué) reconoce el subidón que ha pegado España en la bolsa mundial. Puede que ese reconocimiento, absolutamente justo, se deba al complejo de haber apeado del primer puesto a quien se lo ganó sobre el terreno de juego. ¿Messi?... Un jugador único e irrepetible. ¿Ronaldo?... Una maravilla. ¿El mejor de 2009?... Xavi Hernández. Pero tampoco hay que darle más importancia a lo que no la tiene. Esto no es nada más que otro show de Navidad organizado por la FIFA. Felicidades a los premiados, y ahora a ver en qué acaba el "gordo" que es lo que realmente interesa.